El papa Benedicto XVI expulsó a por lo menos 400 sacerdotes acusados de pederastia y su sucesor, el papa Francisco I, conformó una comisión especial para investigar “horribles y vergonzosos” casos que permanecen ocultos.
En los últimos años centenares de religiosos han sido acusados de travestismo, voyeurismo y tendencias sexuales antinaturales, pero muchas denuncias fueron desechadas porque no clasifican como delitos. Entre otros casos, el líder de la agrupación ultraconservadora Legionarios de Cristo Marcial Maciel fue acusado de abusar a los hijos de sus dos esposas, y de ser adicto a la morfina.
El 24 de enero de 2013 un cura católico de Connecticut, en Estados Unidos, fue acusado de mantener relaciones sexuales y vender drogas. Se sospecha que el clérigo de 61 años Kevin Wallin y cuatro cómplices conformaron una red de narcotráfico que transportaba metanfetamina desde California hasta el noreste del país, e incluso hacia Londres.
Innumerables abusos sexuales cometidos por miembros del clero comenzaron a salir a la luz pública en la década de 1990. Los escándalos estallaron en Irlanda y Estados Unidos, y luego se extendieron por todo el mundo. Las denuncias de violaciones a menores en entidades religiosas de Boston proliferan desde 2002, pero los delitos fueron sistemáticamente encubiertos.
Los curas pederastas de Estados Unidos se hicieron famosos en 2007, luego de que la Iglesia Católica indemnizó con alrededor de 660 millones de dólares a más de 500 víctimas. Se supo, por ejemplo, que la Arquidiócesis de Los Ángeles pagó 10 millones de dólares para evitar un escándalo protagonizado por un clérigo que acosó a una veintena de niños de entre 11 y 14 años.
El presbítero Michael Baker habría agredido sexualmente a los infantes entre 1974 y 2000, pero fue perdonado por el cardenal de su jurisdicción Roger Mahony. Archivos desclasificados durante el proceso judicial confirmaron que Baker se reunió con el cardenal en 1986 y confesó que había acosado a dos menores en su parroquia durante siete años. Investigaciones posteriores evidenciaron que Mahony, intentando proteger a la Iglesia de un escándalo internacional, permitió que Baker regresara al sacerdocio después de un breve tratamiento psiquiátrico.
Mahony dejó su cargo en la arquidiócesis en 2011, cuando cumplió los 75 años de edad, pero continuó prestando servicios en una parroquia en North Hollywood. Él y otras autoridades eclesiásticas, entre ellas el obispo auxiliar en Santa Bárbara, Thomas J. Curry, encubrieron a media docena de sacerdotes acusados de abusar a menores de edad en la década de 1980.
En febrero de 2013 la arquidiócesis de Los Ángeles destituyó al cardenal Mahony por encubrir durante décadas a sacerdotes pederastas. Según los expertos, la sanción a uno de los hombres más poderosos de la Iglesia católica de Estados Unidos no tiene precedentes.
El arzobispo José Gómez confirmó la destitución de Mahony después de que una jueza de la Corte Superior de la ciudad californiana ordenara publicar los expedientes de 122 sacerdotes acusados de abuso sexual, informó el periódico La Opinión. “Encuentro en estos expedientes (de más de 30 mil páginas) una lectura brutal y dolorosa”, describió Gómez.
Al igual que Baker, muchos sacerdotes abusadores transitaron de parroquia en parroquia, en vez de ser expulsados o entregados a las autoridades para que sean enjuiciados. Por ejemplo, el obispo estadounidense Robert Flinn se mantuvo en su puesto de trabajo pese a que fue condenado por abuso de menores en 2012.
Por otro lado, una familia de Florida presentó una demanda legal contra los clérigos George Puthusseril y Miguel Cala, de la arquidiócesis de Miami, donde presuntamente agredieron sexualmente a un niño de seis años. Cala sodomizó al menor de 2006 a 2008 cuando oficiaba en la iglesia St. Andrew Catholic School, de Coral Springs. El padre Puthusseril conocía los hechos delictivos, pero se desentendió del asunto para proteger el prestigio de la institución.
También en Florida el clérigo Neil Doherty fue acusado de seis cargos por acosar a niños de 12 años o menos durante la década de 1970, mientras que en Filadelfia el cura Charles Engelhardt fue condenado a 12 años de cárcel por asalto indecente a un niño 10 años, alumno de una escuela primaria en Pennsylvania. Además, fue sentenciado a 16 años de prisión el maestro de parroquia Bernard Shero, culpable de violar al mismo infante en el año 2000. La víctima, quien tiene 20 años de edad, denunció desde 2009 que había sido agredido sexualmente por Engelhardt, Shero y el sacerdote Edward Avery.
Obispo y cardenal escoceses piden disculpas
En noviembre de 2012 el cardenal británico Keith O’Brien renunció al arzobispado de Saint Andrews y Edimburgo, luego de ser acusado de mantener relaciones indecentes con otros religiosos desde la década de 1980, informó el diario The Observer. O’Brien, un conocido activista contra la homosexualidad, admitió que su comportamiento sexual “en ciertas ocasiones cayó por debajo de lo que se espera de mí como cura, arzobispo y cardenal”.
Luego de pedir disculpas de manera pública, el cardenal más veterano en la jerarquía católica británica anunció que pasaría el resto de su vida en retiro y que no desempeñaría ningún cargo en la Iglesia de Escocia. El 25 de febrero de 2013 el papa Benedicto XVI aceptó su renuncia, un día después de que el prelado fue acusado de acoso por otros cuatro sacerdotes.
Posteriormente, el obispo católico Hugh Gilbert de la región escocesa de Abedeen pidió disculpas a quienes sufrieron abusos sexuales y físicos en las escuelas Fort Augustus Abbey y East Lothian. Fueron las primeras excusas presentadas por un líder religioso de alto rango, luego de que la cadena pública de radio y televisión BBC revelara detalles de las vejaciones sufridas por más de un centenar de estudiantes en los últimos 30 años. Siete monjes fueron implicados en el caso y otros dos, investigados por encubrir los hechos.
Más de la mitad de las quejas presentadas contra la Iglesia Católica en Escocia en los últimos años están relacionadas con abusos sexuales, y de ese total el 61% no fue procesado. La Iglesia anunció que auditaría todos los casos reportados de 1947 hasta 2005 y revisaría los procedimientos seguidos en cada una de las denuncias.
Según la auditoría realizada por autoridades eclesiásticas, en el periodo 2006-2012 se presentaron 46 quejas, 55% por abusos sexuales, 19% por abusos físicos, 11% por abusos verbales y 15% por abuso emocional. El 46% de los acusados fueron sacerdotes, 22% voluntarios, 11% miembros de la congregación, y el resto empleados. El 61% de las denuncias nunca fue procesado por la justicia, solo el 15% terminó en juicios, el 10% todavía está en proceso de investigación, y del 14% restante no se tienen reportes.
Curas polacos cometen “barbaridades”
El ex nuncio apostólico en República Dominicana Joséf Wesolowski protagonizó un sonado caso de pederastia que avergonzó a la Iglesia Católica de todo el mundo. “Me avergüenzan muchísimo las barbaridades que cometió aquí” el sacerdote polaco, declaró el cardenal y arzobispo de Santo Domingo Nicolás de Jesús López.
El procurador adjunto Bolívar Sánchez, a cargo de la investigación, reveló que al menos siete menores de entre 13 y 18 años de edad fueron abusados sexualmente por Wesolowski. Los testimonios son desgarradores, contundentes y delicados, afirmó el procurador, y confirmó, además, que el diácono Francisco Javier Occi confesó haber mantenido relaciones sexuales con el ex nuncio.
De otra parte, la fiscal de la provincia dominicana de Santiago Luisa Liranzo aseguró que existen pruebas suficientes para juzgar a otro cura polaco, Wojciech Gil, por abuso sexual de menores de edad. El procurador Sánchez informó que el padre Gil tenía más de 87 mil fotos y videos pornográficos en la computadora de su parroquia. “Quisiera mostrar al mundo las imágenes para que la gente vea con qué monstruo estamos tratando, pero la ley prohíbe exhibir niños en situaciones de vulnerabilidad”, comentó.
Luego de que la Fiscalía de Polonia solicitó de manera formal a las autoridades dominicanas los expedientes de Wesolowski y Gil, acusados de pedofilia, salió a la luz el caso de Jacek S, capellán militar en una guarnición de Legionowo cerca de Varsovia, arrestado por primera vez en 2012 y sobre el que pesan 17 cargos por abuso sexual, relaciones con una menor de 15 años e incitación al aborto.
Además, un joven de 25 años presentó una demanda contra la parroquia de Koszalin, en el norte de Polonia, reclamando una indemnización de 47.500 euros por haber sido abusado sexualmente durante su infancia por un sacerdote de la diócesis. Aunque el religioso fue condenado a dos años de cárcel en 2012, en octubre del año pasado la Iglesia Católica polaca rechazó esta primera demanda de compensación por vejaciones sexuales cometidas por religiosos católicos.
El 18 de febrero de 2014 la fiscalía de Varsovia presentó cuatro cargos contra el sacerdote identificado como Wojciech G., acusado de pedofilia durante su servicio en Polonia y en República Dominicana. Según la prensa local, el sospechoso, detenido el lunes por la policía nacional, se negó a responder preguntas y a reconocer su culpabilidad. De comprobarse las acusaciones, el cura, con varios antecedentes de abuso sexual a menores y posesión de pornografía, deberá cumplir alrededor de 12 años en prisión.
Abusos “horribles y vergonzosos” en Australia
El arzobispo de la ciudad australiana de Melbourne Dennis Hart calificó de “horribles y vergonzosos” los comprobados abusos de menores. Fue la primera vez que un prelado de tan alto nivel jerárquico corrobora una práctica ejecutada por sacerdotes y empleados de la iglesia católica, destacó el periodista Pedro Blas García, jefe de la Redacción Asia y Oceanía de la agencia de noticias cubana Prensa Latina.
Medios de prensa como la cadena televisiva ABC de Australia se hicieron eco de testimonios de más de 600 hechos de ese tipo comprobados fehacientemente. “La Iglesia dice que está cooperando, pero no es cierto; no ha separado a un solo cura del servicio activo a pesar de conocer los delitos y lo único que ha hecho es trasladarlos de diócesis”, denunció Chrissie Foster, madre de dos niñas abusadas sexualmente por un cura en los años 60.
Obispo peruano del Opus Dei cesado por pederastia
El ex obispo auxiliar de Ayacucho Gabino Miranda renunció tras ser acusado por abuso sexual a menores, y luego una investigación determinó su destitución por pederastia. Se trata del mayor escándalo de la Iglesia católica peruana. Según investigaciones realizadas por Prensa Latina, los registros sobre Miranda en páginas de la Iglesia católica están siendo eliminados, pero la del Arzobispado de Piura da cuenta que éste fue elegido presidente de la comisión episcopal de Juventud, cargo que desempeñó entre 2009 y 2012.
El clérigo está vinculado al cardenal Juan Luis Cipriani, pues ambos integran la secta conservadora Opus Dei. En los últimos años se han revelado otros casos de pederastia cometidos por sacerdotes o laicos, en particular en Sodalicio, otra secta conservadora ligada a sectores políticos de extrema derecha y acusada de reclutar jóvenes y alejarlos de sus familias para servir fanáticamente al grupo.
Sacerdote chileno sancionado de por vida
El sacerdote chileno Héctor Valdés fue declarado culpable de abusos sexuales a dos menores de edad, y condenado a la pena perpetua de dimisión del estado clerical y del instituto religioso al que pertenece, la congregación de los Misioneros de San Francisco de Sales.
En mayo de 2012 el Dicasterio para la Doctrina de la Fe encargó al arzobispo de Santiago monseñor Ricardo Ezzati instruir un proceso administrativo penal contra Valdés. “Tras el proceso administrativo penal realizado, conforme a lo establecido en el Código Derecho Canónico y en las normas de la Santa Sede sobre los delitos más graves, el sacerdote Valdés ha sido declarado culpable del delito de abusos sexuales de menores de edad en contra de dos víctimas, y de abuso de ministerio”, confirmó la Conferencia Episcopal de Chile.
Una comisión del Parlamento chileno que investiga abusos contra niños en centros del Servicio Nacional de Menores (Sename) debía citar al arzobispo Ezzati, teniendo en cuenta que el 45% de los recintos donde fueron denunciados los abusos sexuales son instituciones de la Iglesia.
Los hechos fueron denunciados en un informe elaborado por jueces de familia y la Unicef Chile, quienes analizaron las condiciones en que viven 6.500 niños bajo custodia del Sename. Reportes previos dieron cuenta de severos maltratos a lo interno de los hogares, abusos sexuales por parte del personal de cuidado y de infantes internos, violencia física, castigos de aislamiento, consumo de drogas y explotación sexual infantil, entre otras anomalías.
Las irregularidades fueron detectadas en residencias de las regiones del Maule, los Lagos, Arica y Parinacota, y Valparaíso. El Sename ordenó el cierre de varios de ellos, tras constatar “graves deficiencias en la atención de niños, niñas y adolescentes a su cuidado”.
Sentencia histórica contra un sacerdote en Bolivia
En octubre de 2007 tres adolescentes del internado San Miguel de localidad de Icla denunciaron en las oficinas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Chuquisaca (APDHCH) que el párroco del internado violó a varios menores en los últimos años. El proceso investigativo se prolongó por más de un año, hasta que el 7 de abril de 2009 la justicia sentenció al sacerdote pederasta.
Purga en el Vaticano
Decenas de víctimas de abusos sexuales acusaron al ex papa Benedicto XVI de no haber hecho lo suficiente por detener estos hechos delictivos durante su mandato al frente de la Iglesia, incluso antes, cuando dirigió la oficina de la doctrina del Vaticano. En sus primeros comentarios desde que renunció a su papado, el 24 de septiembre de 2013 Benedicto XVI negó haber encubierto a sacerdotes pederastas. (Diario La Repubblica)
En una carta enviada al autor y matemático italiano Piergiorgio Odifreddi, quien escribió un libro sobre los problemas que enfrenta la Iglesia Católica Romana, el ex papa Joseph Ratzinger reconoció “con profunda consternación” que clérigos protagonizaron hechos de abuso moral a menores, “pero nunca traté de encubrir estas cosas”.
Que el poder del mal penetre en el mundo interior de la fe es, para nosotros, un sufrimiento que por una parte debemos soportar, y por otra, hacer todo lo posible para que casos de ese tipo no se repitan, reflexionó Benedicto XVI. No obstante, el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño exigió al Vaticano mayor transparencia en la investigación de los religiosos pedófilos.
Desde 1995 la Iglesia Católica ordenó informar a la Congregación de la Doctrina de la Fe sobre todos los casos de abusos de niños cometidos por religiosos, y actualmente elabora un informe con datos de los 193 estados de Naciones Unidas, incluido el Vaticano. El pasado jueves el Vaticano informó al Comité de la ONU que el papa Benedicto XVI expulsó durante su pontificado a 400 clérigos acusados de abusos sexuales, un centenar en 2012 y alrededor de 300 en 2011.
Avergonzado por los escándalos, en diciembre de 2013 el papa Francisco decidió crear una comisión especial para informar a la Santa Sede acerca de la evolución de los casos, tomar medidas contra los agresores, y coordinar ayuda psicológica para las víctimas.
El cardenal de Boston Sean Patrick O’Malley precisó que la comisión tendrá entre sus competencias la formación del personal que trabajará con menores, para lo cual deberá investigar los antecedentes penales de los empleados, todo esto con el fin de evitar nuevos abusos sexuales.
Según O’Malley, la creación de la entidad surgió a propuesta del Consejo de Cardenales instituido por el Sumo Pontífice para estudiar y sugerir reformas a la Constitución Apostólica y al funcionamiento de las instituciones de la Santa Sede y de la Iglesia en todo mundo. Su propósito no es realizar modificaciones cosméticas, sino “preparar una nueva Constitución con novedades consistentes, en definitiva, una nueva Constitución”.
Última actualización:
El pasado 5 de febrero, el Vaticano consideró que las críticas del Comité de la ONU sobre Derechos del Niño a la Iglesia católica distorsionan los hechos y no toman en cuenta las acciones desplegadas en los últimos tiempos. El arzobispo Silvano Tomasi, representante de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, respondió de esta forma a un informe en el cual se cuestiona el desempeño de la curia romana con respecto a los abusos sexuales a menores cometidos por prelados.
En declaraciones a Radio Vaticana y reproducidas por la agencia Prensa Latina, Tomasi recordó que en los últimos meses se han tomado varias medidas para la protección de los niños y la penalización de los autores de estos delitos, lo cual no fue tomado en cuanta por la agencia de la ONU. En consecuencia, el reporte esta desactualizado, pese a que una delegación del Vaticano explicó las acciones más recientes durante un encuentro con ese Comité celebrado en enero último.
El informe de la ONU criticó a la Santa Sede por sus posturas frente a temas como la homosexualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo y el aborto. Con respecto a los abusos a menores, el Comité instó al Vaticano a remover inmediatamente a todo personal eclesiástico sospechoso de haber cometido estos delitos, así como entregarlos a la Justicia para que respondan ante ella por sus violaciones.
Entretanto, se conoció que la Iglesia católica holandesa gastó alrededor de 10 millones de dólares en la investigación de actos de pedofilia cometidos por sus prelados y en la indemnización de las víctimas. Según el reporte, cerca de cuatro millones de dólares fueron utilizados para compensar los daños causados a las víctimas y seis millones en la indagación sobre los sucesos.
Un estudio realizado en 2011 reveló que los casos de pederastia donde están involucrados eclesiásticos holandeses datan de varias décadas atrás y detectó la implicación de 800 sacerdotes y monjes en este delito de 1945 a 1985. Otros países europeos presentan situaciones similares: la Iglesia católica de Bélgica reportó el miércoles el pago de cerca de dos millones de dólares recientemente a familias perjudicadas por agresiones de ese tipo.