La Federación Departamental de Trabadores
de Educación Urbana de Cochabamba con indignación se ha enterado de la elaboración
de un proyecto de ley redactado por una organización apócrifa, sin ninguna
representación real de los trabajadores de este país. Estos individuos, de
manera totalmente inconsulta plantean la necesidad de retirar una parte de los
ahorros individuales que los trabajadores han deposita en las AFPS con la
finalidad de lograr una jubilación a la conclusión de su vida productiva. Los
proyectistas fundamentan su proyecto con el argumento de que se busca
subvencionar el costo de la cuarentena para combatir la pandemia de COVID – 19.
De lejos se puede percibir que esta gente
trabaja de manera directa con el gobierno de transición y con la empresa
privada que están interesados en mantener un nivel de dinero circulante que
permita tener el mercado interno activo. Esta es una forma directa de cargar
sobre las espaldas de los trabajadores la posibilidad de una supuesta
reactivación económica donde los empresarios privados seguirán acumulando
ganancias a costa de exprimir plusvalía de sus dependientes.
Utilizan la argucia de que se trata de una
decisión voluntaria y que el trabajador podrá reponer el dinero retirado con su
trabajo posterior. Lo lamentable es que la necesidad obligará a muchos sectores
a acudir a los bancos en tropel para realizar la operación de las devoluciones
poniendo en grave riesgo su porvenir.
No olvidar que la pandemia sólo ha
agudizado la crisis económica estructural de capitalismo que ya se empezaba a
sentir en el país. Sus consecuencias serán funestas una vez que se retorne a
las fuentes de trabajo; estará a la orden del día la flexibilización laboral
neoliberal que nunca se canceló durante el gobierno del MAS. En estas
condiciones los traidores pretenden consolar a los necesitados con el cuento de
que el dinero retirado será fácilmente repuesto con el mismo trabajo.
Condenamos al mismo tiempo la orientación
colaboracionista que han lanzado los actuales dirigentes de la COB. Les recordamos
que no es hora de hablar de alianza de clases y entendimiento con el Estado
burgués, los empresarios privados y las transnacionales imperialistas. Ellos
pretenderán cargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los
trabajadores con despidos, cierres de empresas, miserables sueldos y salarios,
liquidación de las conquistas sociales, liquidación de los servicios
elementales como la educación y la salud, etc. Es hora de armar una dura
resistencia para preservar nuestro porvenir y las conquistas sociales logradas
con lucha y sangre. Merecemos una dirección que garantice independencia
política frente al Estado y la clase dominante. Los colaboracionistas no tienen
lugar ni porvenir.
Cochabamba, 25 de abril de 2020.