(Periódico Masas).- En la última semana se ha disparado el volumen de
los infectados, sólo el sábado 2 de mayo el número ha llegado a la alarmante
cantidad de 240 sumando un total de 1.400 infectados en el país. Según los
entendidos, entre mayo y junio será que se llegue al pico más alto de la curva
duplicando o triplicando la cifra de infectados y muertos.
Este panorama crea un ambiente de total inseguridad en los bolivianos
de todos los sectores. El ambiente de aislamiento social y el bombardeo de la
propaganda por todos los medios de comunicación social en sentido de que la
salud de la familia depende de la disciplina y del sacrificio personal de
todos, ha generado una especie de terror y aumentando la desesperación de
quienes realmente están viviendo un mundo dantesco de miseria y de hambre que
no resuelven los bonos miserables del gobierno, y que les obliga a romper la
cuarentena para salir a las calles en busca de ganarse el pan del día.
Mientras, las capas altas de la clase media, los políticos y los empresarios
disfrutan de la cuarentena en el confort de sus hogares.
Cuando Oruro, el Beni y muchas ciudades intermedias se declaraban en
encapsulamiento, cuando se informaba sobre la muerte del personal de salud y de
carabineros en Santa Cruz y La Paz, a los asambleístas nacionales del MAS, por
mandato de la cúpula de ese Partido, se les ocurrió aprobar la ley de
convocatoria a elecciones en un plazo no mayor de 90 días. De cumplirse la Ley,
el plebiscito debería realizarse la última semana de julio o la primera semana
de agosto, en pleno invierno, la época más peligrosa para la propagación de la
pandemia. Paralelamente a la maniobra parlamentaria masista, connotados
dirigentes masistas convocan a un cacerolazo y petardazo para la víspera del
primero de mayo con la consigna de adelantar elecciones. Hubo respuesta en
algunos sectores populares donde el problema de la opresión nacional se
mantiene vivo y están convencidos que el COVID19 es un invento de los k´aras.
Se realizaron pequeñas concentraciones cupulares allí donde el MAS tiene
presencia: Sectores radicales de El Alto de La Paz, en Yapacani (Santa Cruz), y
en el Trópico cochabambino, esperando que la gente desesperada y hambrienta se
sume a la aventura masista. En El Alto dos buses municipales que transportaban
personal médico fueron apedreados, hecho que ha provocado el repliegue del
personal médico y de enfermeras de dos distritos del El Alto por falta de
garantías.
Da la impresión de que hay desesperación en el MAS y la ilusión de que
la gente hambrienta y desesperada es caudal electoral a su favor por lo que
ahora concentran su política en adelantar lo antes posible las elecciones.
Hacen un mal cálculo político al pensar que, mecánicamente, esta gente
se sumaría a su política. Nada de eso ha ocurrido quedando aislados sus
berrinches. Caen algunos presos que se encargan de rebelar que actuaron
instigados y pagados por activistas masistas. Ahora el MAS, desesperadamente se
da a la tarea de deslindar responsabilidades de todos esos hechos y la Ley
aprobada en el Parlamento se convierte en papa caliente en sus manos porque ha
generado repulsa en mucha otra gente.
No se trata de que el rechazo al MAS sea apoyo al gobierno de
transición. Por el contrario es asco frente a los politiqueros oficialistas y
opositores que pretenden usar su desgracia para potenciarse electoralmente.
Tanto el MAS como el conjunto de la derecha tradicional están en franca carrera
electoral.
Un meme que aparece en las redes sociales grafica este estado de ánimo
de mucha gente; dice: “…las elecciones me importan un carajo, estoy preocupado
por la salud de mi familia. Políticos corruptos dejen de joder…”
EN LO ECONÓMICO
➢ Ni un solo despido, ni rebajas salariales, ni
vacaciones obligadas. Toda empresa que atente contra la estabilidad laboral e
ingresos de los trabajadores, debe ser tomada e instalarse una VIGILIA
PERMANENTE CON PARO LABORAL, hasta que los empresarios retrocedan en sus
medidas antiobreras. No existe otra medida de lucha que nos permita
efectivamente hacer respetar nuestros derechos laborales.
➢ Control obrero colectivo a través de asambleas para
controlar y fiscalizar la administración patronal de la empresa y velar por su
adecuado funcionamiento productivo. De esta manera evitar su quiebre.
➢ Toda empresa que se declare en quiebra debe ser
tomada por los trabajadores y el Estado inyectar el capital necesario para su
funcionamiento. El Estado debe dar dinero y facilidades a estas nuevas empresas
estatizadas para asegurar su viabilidad. El dinero debe ir para impulsar
empresas estatales y no para engordar a explotadores.
➢ El dinero para cubrir estos costos debe salir de la
nacionalización sin indemnización de los grandes banqueros capitalistas que han
enriquecido a costa de la usura del pueblo y explotación de sus trabajadores.
Rechazamos que el dinero salga de los ahorros de los trabajadores para su
jubilación o que el gobierno pretenda endeudar a la población boliviana con
créditos de la banca privada internacional.
➢ Para evitar la derrota en las luchas de fábricas
individuales y aisladas,
MOVILIZACIÓN NACIONAL Y CON-JUNTA DE TODOS LOS TRABAJADORES
➢ No a la suspensión temporal de los aportes
patronales a la CNS y las retenciones a las AFPs.
➢ Devolución inmediata de los 3476 millones de
bolivianos provenientes de los fondos de las AFPs que fueron a parar a manos de
la banca privada nacional. Los ahorros de los trabajadores no puede financiar
la crisis sanitaria.
➢ Rechazo a la trampa de la devolución de aportes a
las AFPs. La devolución de aportes a las AFPs afectará en el largo plazo el
fondo que el trabajador tiene para acceder a la ya de por sí miserable pensión
jubilatoria del maldito sistema de ahorro individual impuesto por el neoliberalismo
(ley 1732) y mantenido por el masismo (ley 065).
➢ Condiciones de bioseguridad en las fábricas para
salvaguardar la salud de los trabajadores. La pandemia ha mostrado también la
incapacidad económica del Estado burgués de garantizar alimentos para la
mayoría de la población. Muestra además que en el afán de ganancia la patronal
sacrifica a los trabajadores de las industrias alimenticias obligándolos a
asistir a trabajar sin darles las condiciones de bioseguridad contra el
COVID-19 por lo que los obreros terminamos enfermos y elevando el riesgo de
contagio a la población.
➢ Estatización de los hospitales, clínicas e
industrias farmacéuticas privadas para permitir el acceso a salud y
medicamentos de toda la población y así enfrentar de mejor manera la pandemia.
➢ ESTADO DE EMERGENCIA NACIONAL Y APRONTE, para
evitar la aprobación del proyecto de ley No. 595, exigiendo la inmediata
modificación de dos incisos. Primero, en el artículo 7 inciso I, se establece
la prohibición de despidos SOLO POR DOS MESES, y después de esta fecha estarían
implícitamente autorizados los despidos masivos. Esto va en contra del derecho
fundamental del trabajo a la estabilidad e inamovilidad laboral establecidos en
la Constitución Política del Estado y la Ley General del Trabajo. Segundo, en
el artículo 7 inciso IV puntos a) y b), EN ESTOS DOS MESES se podría dar paso
libre a los despidos por quiebra, liquidación y procesos disciplinarios, que en
los hechos son las formas leguleyas y maniobreras para justificar los despidos
en estos días de cuarentena.
➢ Exigimos la anulación del inciso c) del artículo 4
del Decreto supremo 4200 el cual prohíbe la organización de asambleas,
manifestaciones, huelgas u otras mani-festaciones de protesta. Respeto a las
libertades democráticas, derecho a la protesta, libertades constitucionales y
derechos humanos de las masas populares.
EN LO POLÍTICO
Los trabajadores hemos comprobado, por experiencia propia, el fracaso
de los diferentes gobiernos de turno en la tarea de industrializar el aparato
productivo del país y garantizar trabajo estable, salud, educación y alimentos
a las mayorías. Gobiernos con tintes nacionalistas como el MNR o falsos
socialistas como el MAS, terminaron de rodillas ante la trasnacionales y el
empresariado criollo, condenando al país al atraso económico. Hemos comprobado
que la democracia burguesa es una farsa que sólo sirve a politiqueros que
encaramados en la cámara de senadores y diputados sólo obedecen órdenes del ejecutivo
y este a su vez de la burguesía trasnacional y empresarios criollos.
El Estado capitalista, ya sea en sus años de democracia o de dictadura,
no ha podido constituir un vigoroso sistema de salud pública, bien equipado con
hospitales, equipos médicos y profesionales. Ahora esta ausencia se ve agravada
por la presencia de la pandemia del COVID-19.
Esta situación hace necesario que la clase obrera fabril y boliviana
retome sus banderas de lucha, retome los planteamientos de la tesis socialista
de la COB aprobada en 1970 que hoy más que nunca se mantienen vigentes:
➢ INDEPENDENCIA POLÍTICA SINDICAL de los sindicatos,
federaciones y confederación frente al gobierno transitorio de Jeanine Añez y
al que venga después del proceso electoral.
➢ Rechazo al COLABORACIONISMO CLASISTA. Gobierno,
Empresarios y hasta la burocracia cobista llaman a un “pacto social” post
pandemia, que en los hechos obligará a los trabajadores a resignarse a las
medidas antiobreras de los patrones a nombre de “salvar la economía del país”.
Nada de pactos, lucha inclaudicable en defensa de la economía de las familias
obreras.
➢ Recuperar las direcciones sindicales de manos de
los burócratas del M.A.S. que han alquilado y estatizado nuestras gloriosas
entes matrices. Realizar asambleas y congresos de bases para sustituirlos por
dirigentes honestos y revolucionarios.
➢ Nacionalización sin indemnización de todas las
empresas transnacionales en suelo boliviano. Las trasnacionales mineras,
petroleras agroindustriales se caracterizan por el saqueo y superexplotacion de
los trabajadores bolivianos así lo ha demostrado las huelgas y protestas de
obreros en la mina San Cristobal, Mabesl Nestle, ADM-SAO, PIL-ANDINA, etc.
➢ Fortalecer la unidad obrera con nuestros hermanos
campesinos, los estudiantes, trabajadores en salud y la gente pobre de las
ciudades para luchar contra los gobiernos al servicio del capital trasnacional.
➢ Unidad del pueblo boliviano en torno a la COB,
federación de mineros, fabriles, petroleros y demás organizaciones sindicales
en la lucha POR UN GOBIERNO PROPIO DE OBREROS Y CAMPESINOS, y el
establecimiento del socialismo.
EN LO SOCIAL
➢ Reincorporación inmediata de todos los trabajadores
despedidos
➢ Restitución de los niveles salariales de todos los
trabajadores
➢ Pago inmediato de salarios a los trabajadores que
se les adeuda
➢ Restitución de las vacaciones a los trabajadores
que se obligó a tomarlas bajo pretexto de la pandemia
➢ Realización inmediata de pruebas Covid-19 a todos
los trabajadores cuyas industrias estén produciendo, trabajadores de salud y
policía. Así como la implementación de pruebas masivas a la población
➢ Retorno a los cuarteles de las fuerzas armadas
➢ Paro inmediato de la producción donde se haya
producido un caso positivo de COVID-19. Inmediata desinfección y toma de
pruebas a todo el personal de la planta y restitución de la producción con
aquellos trabajadores que no hayan dado positivo al COVID-19. Si la empresa se
niega a realizar las pruebas entonces se debe paralizar la producción por 14
días.
➢ Respeto a todas las medidas de bioseguridad
establecidas mediante reglamentaciones y decretos.
➢ Dotación de presupuesto necesario para el sector
salud y así enfrentar de mejor manera la pandemia.
➢ Dotación de alimentos a las familias pobres y
necesitadas
➢ Respeto al pago de subsidios de las madres y padres
progenitores puesto que se trata de garantizar una adecuada alimentación de las
madres y niños recién nacidos
BRIGADA SINDICAL REVOLUCIONARIA
Bolivia, 26 abril del 2020