MASAS
La huelga general y bloqueo de caminos surge a raíz de que
el Tribunal Supremo Electoral decide postergar las elecciones nacionales hasta
el 18 de octubre con el argumento de que, para el 6 de septiembre, fecha en que
debía efectivizarse el plebiscito, la pandemia estará en su pico más alto,
poniendo en grave riesgo la salud de la población.
El MAS, con el argumento de que en otros países se han realizado
elecciones en plena pandemia y que hace falta un gobierno fuerte, respaldado
por el voto popular, para enfrentar la pandemia y la crisis económica, sale al
frente con la amenaza de provocar una convulsión social para obligar al Tribunal
Electoral a anular su determinación que la califica de ilegal. Los cocaleros
del Trópico de Cochabamba dan un plazo de 72 horas y el llamado “pacto de
unidad” a la cabeza de la COB convoca a una movilización nacional y a una gran marcha
y cabildo en la ceja de El Alto de La Paz para el día martes 28 de julio; el
dirigente Gutiérrez de la Federación de Mineros acuña la consigna “si la dictadura es un hecho, la revolución es un
derecho” anunciando así que están decididos a
todo, aún a voltear a la Añez si no se respeta el 6 de septiembre como fecha de
las elecciones.
Los masistas se empeñan a fondo para concentrar a una multitud
en El Alto con la participación de todos los sectores. Logran reunir, una
cantidad apreciable de campesinos traídos de las provincias paceñas, de los
ayllus del Norte de Potosí, de las Bartolinas, de pobladores de algunas zonas
periurbanas de El Alto. Circulan con gran profusión en las redes sociales fotos
mostrando a los ponchos rojos recibiendo dinero de sus caciques bajo lista;
sólo están presentes, de manera simbólica, dirigentes burocratizados de los
mineros, maestros rurales y de otros sectores portando sus pancartas de
identificación.
La huelga general movilizada con bloqueo de caminos decretada
en el cabildo a partir de hoy miércoles 29 de julio, es un saludo a la bandera
porque ningún sector productivo o de servicio la está acatando, hoy miércoles
amanece sin que se conozca noticia de algún bloqueo de caminos campesino; de darse
seguramente durará por unos días, no lo podrán sostener “indefinidamente”. El cierre de las rutas, lejos de ser contra el gobierno
derechista Añez y el Tribunal Electoral, es un castigo a la población
desesperada de trabajar, de comer y protegerse del COVID -19.
No olvidar que la gran mayoría de los pobladores de las
populosas zonas periurbanas viven del comercio y son trabajadores
cuentapropistas; los campesinos pequeños productores necesitan acudir a los
mercados de las grandes ciudades para comerciar con sus productos; todos estos
sectores que han sido víctimas de los encapsulamientos y de las cuarentenas,
están desesperados de trabajar para no morirse de hambre; no están interesados
en las elecciones porque están sintiendo en su piel que los politiqueros
electoreros sólo están buscando asaltar el poder para robar y descargar sobre
las espaldas de los explotados el peso de la crisis económica.
Para todos ellos el bloqueo de caminos sería otra maldición
que agravará su calamitosa situación porque provocará escasez y subida de
precios en los alimentos e impedirá la posibilidad de normalizar sus
actividades económicas.
Los masistas imbéciles son incapaces de percibir todo esto;
rápidamente surgirán fuertes tendencias, desde dentro y fuera del movimiento
campesino contra el bloqueo y un repudio cada vez más creciente al MAS con un
costo electoral determinante. No cabe duda, el partido azul está cavando su tumba
política y electoral.
Por otra parte, la burocracia de la COB ya no representa a
nadie. Su servilismo lacayuno al MAS le va a costar la cabeza. Ha llegado la
hora de desconocerla y las bases de los diferentes sectores deben organizarse
en comités de defensa del derecho al trabajo, a la educación y a la salud, exigir
la renovación de las direcciones sindicales vendidas la Impostor MAS. Ha
llegado la hora de defender las conquistas sociales fundamentales como la Caja
Nacional de Salud, el derecho a la jubilación con el100 % del sueldo del
trabajador como activo; ha llegado la hora de ejercitar la independencia
política de las organizaciones sindicales para enfrentar al actual gobierno y
al gobierno burgués que surja de las futuras elecciones.