Este primero de mayo encuentra a los trabajadores soportando la más brutal arremetida patronal contra sus derechos sociales y sindicales y en estado de indefensión por la burocracia sindical pro patronal controlada por el MAS. El gobierno ha ilusionado a los trabajadores con un acuerdo “confidencial” con la burocracia sindical que sería anunciado el 1 de Mayo.
Miles de trabajadores despedidos, fábricas cerradas, desconocimiento de las conquistas sindicales y sociales de los trabajadores, supresión de pagos al fondo de pensiones y la Caja Nacional de Salud por parte de los patrones, salarios no cancelados por meses, rebajas de salarios bajo chantaje patronal como condición de estabilidad laboral, etc. ¡Basta! No se puede seguir soportando esta situación.
El gobierno del MAS, junto a sus lacayos burócratas
sindicales, son cómplices del genocidio obrero. Siendo un gobierno de
reformistas proburgueses, justifican los crímenes de la burguesía como un
necesario sacrificio social para superar la crisis económica salvaguardando las
ganancias de los empresarios. Por eso se hacen de la vista gorda, mientras
hipócritamente inducen a los afectados a buscar amparo en el corrupto y servil
sistema judicial en trámites interminables hasta derrotarlos por cansancio. Es
hora de rebelarse, recurrir a la acción directa, recuperar la independencia
sindical y política de la clase obrera frente a la burguesía y su gobierno.
Retomar nuestras banderas de lucha revolucionaria.
El gobierno prepara una nueva farsa para el Primero de Mayo
Estamos a pocos días del Primero de Mayo, Día Internacional
de los Trabajadores. El gobierno ha ilusionado a los trabajadores con un
acuerdo “confidencial” con la burocracia sindical en su favor que sería
anunciado ese día.
Circulan copias de dos proyectos de Ley: PL 148-20 “Ley de
Derechos Adquiridos” y PL 149- 20 “Estabilidad Laboral” que serían lanzados
este Primero de Mayo en homenaje al Día del Trabajador en la marcha organizada
por la COB en Santa Cruz por orden del gobierno, donde han ido a refugiarse
suspendiendo, por temor, las marchas tradicionales en todos los departamentos y,
especialmente la de la sede de gobierno.
La dirigencia vendida de la COD de Santa Cruz y la Central
Obrera Boliviana preparan junto a sus jefes del gobierno masista un acto en Santa
Cruz por el Primero de Mayo, donde estará presente la Ministra de Trabajo, para
dar a conocer la aprobación de algunos decretos demagógicos referidos a los
derechos adquiridos y la estabilidad laboral. Por otra parte, anunciarán un
miserable aumento salarial que no cubrirá para nada los ya disminuidos salarios
de decenas de miles de obreros que han sido despedidos y recontratados como
nuevos, quitando el bono de antigüedad y otros derechos. El miserable aumento
reduce la capacidad de compra de los asalariados afectando a los millones de
trabajadores por cuenta propia en el país.
Lo anterior ya es un anticipo de que el gobierno no tiene ni
voluntad ni capacidad para responder a las demandas de los trabajadores tan
duramente golpeados por la criminal arremetida empresarial antiobrera como
respuesta a la crisis con el pretexto de la pandemia. Ya el cocalero presidente
del Senado, Andrónico Rodríguez, ha adelantado que, en su concepto, no hay posibilidades
de incremento salarial.
Los dos proyectos de Ley a los que nos referimos no son otra
cosa que un recuento minucioso de todos los artículos de la Constitución
Política del Estado y de la Ley General del Trabajo, referidos a la estabilidad
laboral y a los derechos adquiridos de los trabajadores, para concluir
decretando que la finalidad de estas leyes es hacer cumplir lo que ya está
establecido en la normativa legal que prohíbe los despidos injustificados y la
violación de los derechos adquiridos de los trabajadores.
Estas leyes reiterativas de lo ya normado supuestamente
obligan a la reincorporación de los despedidos después del inicio de la
pandemia, a la reposición de salarios a los percibidos antes de la pandemia
respetando derechos adquiridos según ley, a la ampliación de contratos, etc.
pero no determina ninguna medida coercitiva ni sanción contra los empresarios
que no la acaten.
La parte patronal ha procedido a despedir, cerrar fábricas,
pisotear derechos laborales, sociales y sindicales de los trabajadores violentando
las leyes que los protegen, y anuncian nuevos despidos masivos en el caso de que
se les quiera imponer algún incremento salarial por mísero que sea.
El gobierno tolera todo esto mientras hipócritamente dice
dar la razón a los trabajadores enredándolos en procesos judiciales cuyas
resoluciones los empresarios apelan o simplemente ignoran. ¿Cuál es el sentido
de emitir leyes que sólo ratifican lo que ya está normado? La respuesta es que
es que se trata de un nuevo engaño, una nueva farsa del gobierno cuya política
proburguesa considera que para salir de la crisis hay que proteger a la empresa
privada a costa de cargar el peso de la crisis sobre los trabajadores.
¿Por qué el gobierno, hasta ahora no hace cumplir lo que las
leyes laborales y la Constitución establecen? Porque es reformista proburgués y
proimperialista.
Independencia de los sindicatos y las organizaciones matrices
frente al gobierno para afrontar la crisis
En el capitalismo la lucha de clases es la lucha entre los
intereses económicos antagónicos de la burguesía y el proletariado y por tanto
irreconciliables. El movimiento obrero internacional y nacional ha creado al
sindicato como una organización elemental de defensa y de lucha por sus
intereses inmediatos, frente al poder de los patrones.
Para que el sindicato pueda cumplir su papel
satisfactoriamente tiene que mantener distancia del patrón y del Estado
burgués; independencia y autonomía para poder organizar la lucha. Lo contrario
es atarse las manos. La independencia sindical no solamente sirve para los
momentos de acción y de lucha, sino sobre todo, para el debate al interior del
sindicato entre los compañeros de trabajo, con el objetivo de preparar y afinar
la lucha, los argumentos de los trabajadores para la polémica con las
autoridades ante la opinión pública.
La burguesía tiene su propia ideología y respuestas de clase
opresora, para justificar la explotación de la fuerza de trabajo. La
independencia política y sindical significa para los obreros razonar con cabeza
propia, contraponer al opresor la ideología política de los explotados. Este
principio sindical, tiene contenido político, no es un simple discurso de
circunstancia.
La independencia de los sindicatos frente a las instancias
de poder solamente puede hacerse realidad, efectivizarse, cuando el
proletariado asume su ideología revolucionaria de clase, cuando, armado de su
propio programa, tiene una respuesta de clase al atraso económico del país, al
dominio de las transnacionales y el imperialismo de nuestra economía y a la
crisis estructural del capitalismo mundial.
En el campo de batalla, el proletariado lucha por sus
propios intereses históricos de clase: la instauración de la sociedad
socialista asentada en la propiedad social de los grandes medios de producción
o terminará sometido a la ideología burguesa. No existen puntos intermedios.
Sin trabajo y con salarios miserables, la mayoría de los
bolivianos, hemos sido víctimas de la política pro patronal y antiobrera del gobierno
de Añez y ahora del MAS que han hecho pagar la crisis económica agravada por la
pandemia a los trabajadores. Para el colmo, los empresarios ya han anunciado
que de aumentarse el salario, despedirán decenas de miles de obreros. Por lo
que corresponde la unidad de los sectores para luchar por:
• Toma de fábrica y estatización sin indemnización y bajo
control obrero colectivo de todas aquellas empresas privadas que despiden
masivamente a los trabajadores, y de aquellas que paralizan su producción o se
declaren en quiebra.
• Control obrero colectivo en las empresas estatales y
privadas para impedir los malos manejos y garantizar salario de acuerdo a la
canasta familiar y estabilidad laboral. ¡Basta de que sigan con el cuento de
que no hay ganancias!
• Por presupuesto para educación y salud y vacunas contra el
COVID-19 inmediatas y para todos los bolivianos.
• Por trabajo estable para la mayoría de los bolivianos.
Basta de contratos temporales.
• Por un bono de cesantía para todas las personas que se
encuentran sin trabajo.
• Por la nacionalización sin indemnización de la banca. Basta de que los miserables continuemos pagando intereses usureros. Los pobres no podemos seguir pagando la crisis capitalista, si el empresariado burgués y su gobierno no pueden garantizar trabajo, es hora de que la clase obrera tome el poder en sus manos, por medio de la revolución proletaria, para poner en pie un gobierno de obreros y campesinos.