El gobierno de Arce Catacora está decidido a restablecer las relaciones diplomáticas con EE.UU. “En el marco del mutuo respeto”, no descarta otorgar mayores incentivos a las transnacionales petroleras y mantiene los privilegios de la oligarquía agroindustrial del oriente.
En septiembre de 2008, el expresidente Evo Morales rompió relaciones diplomáticas con el gobierno de EE.UU., expulsando del país al embajador norteamericano Philip Goldberg tras acusarlo de tratar de desestabilizar a su gobierno. Fue una bravuconada del impostor “antiimperialista” Morales que el gobierno norteamericano toleró pacientemente porque, a diferencia de los politiqueros de la vieja derecha nativa y la obtusa pequeña burguesía racista, supo calibrar que de socialista y revolucionario el gobierno del MAS no tiene nada.
Mientras las transnacionales estén protegidas como “socias y no patronas” en el saqueo de recursos naturales, ¿por qué razón tendríamos el gobierno norteamericano que conspirar contra el gobierno del MAS?
El gobierno de Evo Morales era para el imperialismo y para la raquítica burguesía boliviana garantía de contención de la rebelión popular de los sectores oprimidos y explotados del país, ilusionados con el "proceso de cambio" liderado por el "indígena-campesino, hermano Evo" .
El apoyo del imperialismo al gobierno de Evo se hizo patente a través del Secretario General de la OEA (instrumento del imperialismo norteamericano), que avaló la re-re.reelección a pesar del referéndum del 21 de febrero de 2016. Es decir, quería que Evo se quedara. Entusiasmado, el iluso Evo llenó de guirnaldas a Luis Almagro y lo consideró como su gran amigo.
Derrocado Evo por la rebelión popular de octubre de 2019, el imperialismo norteamericano le retiró su apoyo. Nuevamente a través de la OEA, a la que Evo confiado en la "amistad" de Luis Almagro, convocó para que investigue su hubo fraude o no, le echó un baldazo de agua fría: la OEA confirmó que hubo fraude.
La desastrosa experiencia del gobierno transitorio de Jeanine Áñez manejado por la ultraderecha racista ha devuelto el poder al políticamente agotado MAS y el gobierno norteamericano decide restituir relaciones diplomáticas con Bolivia. Con la detención del exministro de gobierno Arturo Murillo, el gobierno norteamericano intenta contentar al masismo ya la vez desvirtuar la acusación de que fue el instigador del "golpe de Estado".
Así, el gobierno del MAS se reconcilia con EE.UU., e internamente lo hace con la oligarquía agroindustrial del oriente. La impostura del “socialista” y “antiimperialista” MAS una vez más se pone en evidencia.
El gobierno “antiimperialista” alista una nueva Ley de Hidrocarburos
Desde hace varios años, prácticamente inmediatamente después de cada “certificación” que mandaba a hacer el gobierno de Morales, venimos alertando del inevitable fracaso de la supuesta nacionalización, debido a que en el esquema del MAS las empresas transnacionales deben seguir dominando en el sector, inclusive sobre las políticas dictadas que deberían garantizar sus intereses.
Con un gasolinazo fallido intentaron otorgar un incentivo extraordinario a las transnacionales para que busquen petróleo; luego impusieron un incentivo basado en NOCRES pagados por el TGN en favor de las empresas; después crearon un fondo de incentivos con dinero del IDH confiscado a los municipios, gobernaciones y universidades. Más tarde abrieron las áreas protegidas a la exploración petrolera, desconociendo la consulta previa a los pueblos indígenas, etc.
Las transnacionales no perdieron con la mentada nacionalización, pues el propio gobierno se ocupó de buscarles un segundo mercado de exportación (Argentina) para que vendan aceleradamente mayores volúmenes de gas para compensar el pago del IDH, con la consecuente caída en picada de las reservas descubiertas en el pasado.
Obviamente, los intereses de las empresas y del gobierno coincidían en el camino tomado: las empresas aumentaban su masa de ganancia (ya que su tasa se había reducido gracias a la ley 3058 de 2005) y el gobierno rentista de Evo veía aumentar los ingresos del fisco, con los que podían financiar sus políticas populistas y enriquecer a sus dirigentes.
Ahora el gobierno masista dice “autocríticamente” que debe otorgar mayores incentivos a las transnacionales para incrementar las reservas de gas natural y los volúmenes de producción. Pero, no es cuestión de “autocrítica”, se trata de RESPONSABILIDADES: catorce años engañaron al pueblo afirmando que se había nacionalizado los hidrocarburos, que los excedentes industrializarían al país, que nos convertiríamos en el centro energético del continente, que el gas nos duraría más de cien años, que se había descubierto “un mar de gas”, etc. etc. el que se perdió las reservas y se malgastó la renta, debería correr la misma suerte.
Algunos críticos del MAS baten palmas por esta “autocrítica” y recomiendan que la nueva ley incluir -cuándo no- la rebaja de los impuestos para favorecer el ingreso de capitales extranjeros ... festín.
Lo más probable es que el “nuevo” gobierno del MAS profundice el extractivismo la apertura indiscriminada de áreas protegidas a la inversión extranjera, como la anunciada marcha hacia la Amazonia en busca de hidrocarburos, minerales y construcción de infraestructura eléctrica para la exportación; ampliación de la frontera agrícola destinada al incremento del negocio privado de los “combustibles ecológicos” y operada a través de la entrega dolosa de tierras fiscales a traficantes de tierras.
El gobierno del MAS mantiene vigentes muchas disposiciones implementadas o modificadas por el gobierno transitorio de Áñez a favor de empresarios agroindustriales y terratenientes, como la dotación de tierras y quema de bosques, la legalización de los transgénicos y la anulación del certificado de abastecimiento interno de productos agrícolas.
Más información:
El gobierno antiobrero y las empresas del Estado
http://pandebatallareturn.blogspot.com/2013/12/el-gobierno-antiobrero-y-las-empresas_28.html?m=1
Con datos e información de Masas N. 2653.
