Guillermo Lora

Entrada destacada

El gobierno librecambista, la burguesía enana y el "desarrollo" boliviano

La explotación de los recursos naturales destinados a la exportación, según los intereses del capital monopólico, es decir del imperialismo,...

junio 30, 2021

Las tensiones acumuladas durante la pandemia empiezan a explosionar de manera sectorial y caótica

 

La lucha sectorial conduce a la derrota. La ilusión en que los problemas de los trabajadores se van solucionar en los estrados judiciales enturbia la conciencia de los explotados y oprimidos. Los combatientes deben tener la firme convicción de que sólo la acción directa y la lucha unitaria pueden conducirlos a la victoria.

La tercera ola de la pandemia, que es mucho más agresiva que las dos anteriores y con una tasa de letalidad mucho más agresiva, está provocado un sentimiento de terror generalizado y la población se ve obligada a confinarse, en muchos casos casi de manera voluntaria en sus hogares; sólo los sectores de economía más deprimida, aquellos que viven del trabajo diario y con muchos temores, salen a las calles para realizar sus actividades cotidianas obedeciendo estrictamente las restricciones de los horarios de circulación determinados por los COEDs departamentales.

Durante este tiempo, de tres o cuatro semanas más o menos, la situación económica de la gente está agravándose por la caída vertiginosa de las actividades productivas y comerciales; las familias están soportado la doble presión de las crisis económica y sanitaria; en muchos hogares se producen infecciones y, en algunos casos, de toda la familia sin tener la posibilidad de encontrar centros sanitarios disponibles y sin la posibilidad de acceso a los medicamentos específicos para el tratamiento del COVID, cuyos precios se han elevado de manera desmesurada sin control de las autoridades del gobierno.

Todo este conjunto de factores está generado la acumulación de tensiones emocionales al no encontrar, de parte de las autoridades, la capacidad de paliar la difícil situación por la que está atravesando la población. El hambre y la acumulación de estas energías psicológicas contenidas, sin la posibilidad de encontrar una válvula de escape, abre la posibilidad -tarde o temprano- de explosionar de manera violenta y catastrófica. Pareciera que ya se percibe el inicio de ese proceso que, por obedecer a las necesidades primariamente vitales de los diferentes sectores y porque los problemas que concentran su atención son de diversa naturaleza, puede ser extremadamente sectorial y caótico; además, este proceso se acelera y tiende a profundizarse porque el gobierno muestra -hasta la saciedad- su incapacidad para atender las necesidades de la población

Urge la necesidad de encausar las futuras acciones de los explotados y oprimidos del país orientando a la necesidad de unificar las movilizaciones de tal modo que las acciones instintivas puedan dar un salto hacia una lucha política contra el Estado burgués incapaz e inútil. Hay que insistir que las luchas sectoriales conducen a la derrota porque no tienen la suficiente fuerza como para torcerle la mano al gobierno y permite que éste pueda maniobrar para impedir toda posibilidad de victoria.

Es preciso insistir a los explotados y oprimidos que hay un solo camino para resolver sus problemas: la acción directa en todas sus formas (marchas, bloqueos de calles y caminos, toma de fábricas y centros de producción, vigilias, huelgas de hambre, etc.) en medio de la lucha unitaria de todos los sectores en conflicto.

Para organizar la lucha de esta manera es preciso sepultar a la burocracia sindical oficialista que recurre a todas las maniobras para frenar las luchas de los trabajadores, últimamente ha insistido en entrampar las movilizaciones de los obreros fabriles despedidos sembrando la ilusión en que sus problemas se van a resolver en los estrados judiciales. De esta manera pretende salvar el pellejo de un gobierno incapaz para atender las necesidades más elementales de los diferentes sectores.

Elaborar una plataforma de reivindicaciones inmediatas

Es preciso elaborar, desde las organizaciones de bases, una plataforma de reivindicaciones inmediatas con la finalidad de incorporar a la lucha unitaria de los diferentes sectores. El objetivo es unificar las movilizaciones para obligarle al gobierno incapaz a responder a sus necesidades vitales. Por el momento, cobran vigencia los siguientes objetivos y, en el camino, surgirán otros que emergerán de las condiciones concretas de existencia los explotados y oprimidos del país:

1. Exigir al gobierno central hacer cumplir sus propias leyes sociales como el derecho al trabajo para todos los bolivianos. El Estado debe obligar a los dueños de las empresas la inmediata reincorporación a sus fuentes de trabajo de los trabajadores despedidos durante la pandemia.

2. Pago oportuno de sueldos y salarios. Cancelación inmediata de los sueldos adeudados desde hace varios meses,

3. Diferir el pago de la deuda bancaria hasta que los deudores puedan normalizar sus actividades comerciales y productivas. Ningún interés a las deudas en el tiempo de la pandemia.

4. Defender la producción interna aplicando una férrea política proteccionista, gravando aranceles altos a la importación de productos extranjeros. Cerrar las fronteras del país para evitar el contrabando.

5. Estatización de toda la minería privada, grande, mediana y pequeña.

6. Libre uso de las plataformas educativas existentes. Los maestros deben tener la más amplia libertad para investigar y ejercer su actividad docente. Rechazar la abusiva imposición del uso exclusivo de la plataforma del Ministerio de Educación, cuyos contenidos son anticientíficos y retrógradas.

7. Incremento al presupuesto educativo. Rechazar todo intento de cerrar cursos y unidades educativas con fin de optimizar y reordenar ítems. Defensa intransigente de las conquistas de la educación y del magisterio.

8. Atención inmediata a todas las necesidades de la CNS. Compra de medicamentos de buena calidad, específicamente para la atención del COVID – 19. Destitución inmediata de la Gerente General de la institución aseguradora. Dotación de todos los insumos de bioseguridad a los médicos, enfermeras y trabajadores en general.

9. Importación directa de medicamentos por parte del Estado para su distribución gratuita a la población.

10. Estatización de toda la medicina privada que, con la complicidad del gobierno, está amasando inmensas fortunas en plena pandemia.

11. Subvención por parte del Estado a la producción de los campesinos pequeños productores, cuyos precios han caído de manera severa debido a la contracción del mercado con el peligro de paralizar toda la producción agropecuaria en el país.

Debate ideológico: POR 10, PCB 0

FDTEULP