Guillermo Lora

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octubre 13, 2021

Falsa polarización política

El 11 y el 12 de octubre se han efectuado movilizaciones en el país, la primera a través de un paro cívico nacional parcialmente acatado, convocado por los comités cívicos a la cabeza de Santa Cruz con las consignas de la “defensa de la democracia”, “de las libertades constitucionales” y contra una supuesta “dictadura socialista–comunista” y, la segunda, convocada por el gobierno, las llamadas organizaciones sociales, el pacto de la unidad y la COB, con las consignas de “desagravio a la Wiphala ofendida por los racistas, contra los aprestos golpistas de la derecha reaccionaria y por la defensa del proceso de cambio”. 

Al margen de que las convocatorias hubieran merecido o no el respaldo de la población, la primera buscando montarse en el malestar popular contra el inútil y corrupto gobierno masista que no atina a resolver los graves problemas de los sectores de la población más castigada por la crisis económica, y la segunda, apoyada en las organizaciones afines al gobierno y en los empleados del Estado que acuden bajo amenazas de sanciones pecuniarias.

No se puede decir que las masas salen delirantes a las calles en completa identificación política con la vieja derecha o con el oficialismo masista; está claro que ellas salen mediadas por sus necesidades materiales y concretas, o por preservar sus fuentes de trabajo o por el temor que tienen los cuentapropistas de que el gobierno les hurgue los bolsillos con la proyectada ley contra las ganancias ilícitas.

Al margen de las consideraciones hechas sobre la actitud de las masas frente al oficialismo y a la derecha tradicional, lo importante es comprender que no puede haber polarización política entre sectores que, en lo esencial, sostienen la misma política; ambos son defensores de la gran propiedad privada de los medios de producción; ambos defienden al Estado burgués y a la democracia representativa liberal; ambos se relaman defensores de la Constitución Política que, en última instancia, encarna los intereses de la clase dominante.

En esta medida, ambos desarrollan una política francamente derechista con ligeras diferencias más de forma que de fondo. Por tanto, las diferencias entre la derecha tradicional y el MAS no van más allá de la menuda politiquería desesperada por copar el mismo espacio destinado a preservar el orden social burgués decadente y en plena descomposición; la derecha tradicional desarrolla un furioso discurso anticomunista para asustar a las inmensas masas de cuentapropistas, atribuyéndole al gobierno masista la impostura de ser socialista o comunista. Por su parte, los oficialistas juran defender la democracia al servicio de los pobres, el Estado de derecho que garantice la distribución de la riqueza de manera “justa y equitativa” ente todos los bolivianos, etc.

¿Cómo puede haber polarización política entre estas dos facciones de la misma clase dominante? Se trata de una apariencia que, en determinado momento puede terminar desorientando a las masas y convertirse en el canal que conduzca a la pérdida de la independencia política de las organizaciones obreras, como está ocurriendo con los movimientos minero y fabril, cuyas direcciones no atinan a romper con el tutelaje político de un gobierno contrarrevolucionario y antiobrero.

Ahora, más que nunca, corresponde desenmascarar radicalmente esta aparente polarización política entre la vieja y nueva derecha, la diferenciación de ella permitirá que el proletariado desarrolle su propia política para convertirse en la dirección de toda la nación oprimida.

Si se quiere resolver los grandes problemas de la mayoría nacional, es el momento de salir a las calles bajo las banderas de la independencia política de las organizaciones obreras y populares.

PRONUNCIAMIENTO DEL POR

1.- Después de los 14 años de gobierno de Evo Morales y ahora uno más de Arce Catacora, los oprimidos y explotados hemos comprobado que el MAS, disfrazado de indígena, no es más que otra expresión de la corrupta dictadura burguesa. Servil al imperialismo con la entrega de nuestros recursos naturales a las transnacionales y defensor de los intereses de los empresarios, banqueros, agroindustriales, latifundistas del Oriente. Enemigo de los trabajadores que son víctimas de brutal arremetida patronal con despidos y atropello a todas sus conquistas y derechos laborales y sindicales.

2.- Las plataformas ciudadanas, los políticos burgueses de la vieja derecha, los Comités Cívicos controlados por ellos, los racistas del Comité Cívico Pro Santa Cruz alrededor del Facho Camacho, nuevamente pretenden montar sobre las legítimas manifestaciones del creciente malestar social, para, en nombre de la defensa de la “democracia”, la propiedad privada supuestamente amenazadas por el MAS “comunista”, usarnos como escalera en su lucha por trepar al aparato del Estado burgués y reemplazar al MAS como verdugos del pueblo. La desastrosa gestión del gobierno de la señora Añez ha mostrado la calaña de la putrefacta vieja derecha.

3.- La nueva derecha masista y la vieja derecha tradicional son hermanas mellizas, ambas defensoras del orden social burgués, de los intereses de los opresores, por tanto enemigos de los trabajadores, de los oprimidos en general.

4.- La democracia burguesa en Bolivia es una farsa que no puede ocultar su condición de dictadura contra las grandes mayorías explotadas y oprimidas. Ningún gobierno, incluido el de los impostores del M.A.S., ha sido capaz de superar el atraso económico, la miseria generalizada y la opresión imperialista sobre el país. Por ello señalamos enfáticamente, que NO defendemos la inexistente y caricaturesca democracia burguesa ni sus leyes al servicio del gran capital nativo y transnacional.

5.- Los bolivianos conoceremos los beneficios de la verdadera democracia de las mayorías, cuando los grandes medios de producción (minas, pozos petroleros, fabricas, bancos, el gran comercio) pasen a ser propiedad social, y a partir de ello, se ponga en pie un nuevo Estado basado en la democracia directa ejercida a través de los órganos de poder de las masas (por ejemplo la Asamblea Popular).

6.- El POR llama a todos los explotados y oprimidos a la lucha contra todas las expresiones gubernamentales de la dictadura burguesa levantando en alto las banderas de la lucha revolucionaria con total independencia frente a ellas. Ni con los masistas impostores, ni con opositores reaccionarios de la vieja derecha.

¡CON EL POR AL SOCIALISMO!

* Tomado de Masas N. 2672.


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