En 2008 el cáncer causó 7,6 millones de muertes en el mundo y 8,2 millones de decesos en 2012, cifra que puede llegar a casi 13 millones en 2030. En los últimos años se observa una tendencia hacia el aumento de la supervivencia en el cáncer, así como evidencias de cronicidad de esta enfermedad, pero todavía no puede hablarse de reducción de las tasas de mortalidad.
La OMS informó que los tipos de cáncer más letales en 2008 fueron los
de lengua, hígado, estómago, colon y senos. Casi la tercera parte de las
muertes en ese año obedeció a exceso de peso, baja alimentación con frutas y
vegetales, poca actividad física y consumo de tabaco y alcohol. De todos ellos,
el hábito de fumar fue el factor de riesgo más importante al concentrar el 22% de
todos los decesos por cáncer y el 71% por el de lengua.
En 2012 detectaron 14 millones de personas afectadas por el cáncer, la
primera causa de muerte a nivel global, de acuerdo con un informe de la Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la OMC, que evalúa 28 tipos de la dolencia en 184 países.
La pesquisa y determinó que de alrededor de 14,1
millones de nuevos casos y 8,2 millones de muertes, los tumores más comunes fueron los de pulmón (13%),
mama (12%) y colorrectal (9,7%). El incremento de nuevos casos estuvo influenciado
por el auge del cáncer de mama, con casi 1,7 millones de diagnósticos, 20% más
que en 2008.
En 15 años las muertes por cáncer aumentará a 13 millones por año,
condicionado por el envejecimiento de la población mundial, el avance de la
afección en países en desarrollo y conductas de riesgo, como el hábito de fumar
y estilos de vida poco saludables. La IARC prevé un incremento hasta 19,3
millones de nuevos casos al año para 2025.
El reporte de IARC muestra que los tipos más diagnosticados en el
planeta son los de pulmón (1,8 millones), seguido por el de mama (1,7
millones), colon y recto (1,4 millones). El documento que el cáncer pulmonar es
la más común entre las causas de fallecimiento por este mal, con 1,6 millones
(19,4 por ciento del total), seguido por el de hígado (0,8 millones) y estómago
(0,7 millones).
Más de la mitad de todos los cánceres (56,8 por ciento) y las
muertes por cáncer (64,9 por ciento) ocurridas en 2012 se produjeron en las
regiones menos desarrolladas, proporciones que se incrementarán aún más para
2025. El cáncer de mama es la causa más común de muerte por esa enfermedad
entre las mujeres (522 mil muertes en 2012) y el tipo más diagnosticado en las
mujeres de 140 de los 184 países analizados. Representa en la actualidad uno de
cada cuatro de todos los cánceres en las damas.
El número de pacientes con cáncer aumentará ostensiblemente hacia
2030, en particular en países subdesarrollados, debido a estilos de vida poco
saludables, destaca un estudio de la OMS, primero que analiza los patrones
futuros de incidencia y mortalidad de varios tipos de cáncer en el mundo. El informe divulgado en la revista The Lancet Oncology revela que los
tumores de mama, colon y recto, se incrementarán drásticamente y en algunas
naciones pobres el alza será hasta del 90%. Sin embargo, otros, como el de
cuello uterino y estomacal, comenzarán a reducirse en zonas con mejoras socioeconómicas.
En la actualidad un 60% de los diagnósticos y una mayoría de los
decesos por neoplasias se recogen en África, Asia y América Central y de Sur. Los
tumores más habituales continúan siendo pulmón, próstata, colorrectal, estómago
e hígado. Para las mujeres, la lista la encabezan los tumores de mama (que
representan uno de cada cuatro), colon, pulmón, cérvix y estómago.
Cambiar de vida para prevenir el cáncer
Con solo cambiar los estilos de vida -léase comer saludable, hacer ejercicios,
dejar de fumar y beber- los diagnósticos de cáncer se reducirían en un número
importante, Una buena parte de los tumores malignos se pueden evitar, destaca el
Cancer Research UK, que atribuye al tabaquismo el 19,4% de las neoplasias
diagnosticadas en 2010 en Gran Bretaña, 60.837 en total).
El segundo factor es la obesidad, seguida de la mala alimentación
(insuficiencia de frutas y verduras en la dieta, exceso de carne, y sal, y la
falta de fibra, así como la ingestión de alcohol). Asimismo el sedentarismo, la
falta de ejercicio físico y la sobrexposición a los rayos solares, también
guardan relación estrecha con la aparición de diversos tipos de cáncer.
El investigador estadounidense y profesor de bioquímica en la Universidad Cornell Colin Campbell afirmó
que el consumo de pescado, carne y productos lácteos provoca cáncer, al desencadenar y activar
las enfermedades.
El especialista, que lleva cinco décadas investigando la cuestión, señaló que
una dieta correcta puede ser usada para prevenir el cáncer igual que lo hace
con las enfermedades del corazón. En su laboratorio, Campbell demostró que la proteína activa el cáncer, mientras
que la disminución de su consumo genera un efecto contrario y hasta puede
curarlo. Solo la plantas pueden facilitar de forma sencilla todas las proteínas
necesarias para el organismo humano, puntualizó el experto.
Campbell empezó a estudiar la conexión entre la dieta y el cáncer en Filipinas,
donde investigó a los niños, notando entonces por primera vez que el consumo de
proteínas posiblemente provoca cáncer hepático.
Tiempo después le sorprendió el artículo de un científico de la India que
también apoyaba la idea de que el consumo de carne, pescado y productos lácteos
aumenta la probabilidad de tener cáncer.
Estrategia global
El doctor Lage Dávila explicó que sobre este tema se debatió ampliamente en el Forum Mundial de Oncología, celebrado recientemente, llamando a los líderes mundiales a colaborar para detener el aumento del padecimiento, garantizando que toda persona afectada tenga acceso a un paquete de medidas eficientes.
Lage Dávila también se refirió al cambio de enfoque sobre el cáncer, de un padecimiento fatal a una condición susceptible de ser controlada. Para ello es imprescindible contar con la biotecnología, no solo en el diseño de herramientas terapéuticas de empleo prolongado, sino también en el desarrollo de métodos de diagnóstico temprano de la enfermedad de alta sensibilidad y especificidad.
Explicó la importancia que han tenido los trabajos sobre el Proyecto Genoma Humano, el cual muchos consideran será el eje del tratamiento del cáncer, y junto a la medicina de precisión, con la identificación de biomarcadores, desembocará en las terapias personalizadas hacia el sistema inmunitario.
La inmunoterapia ha demostrado su gran potencial en el tratamiento de los tumores malignos, por su baja toxicidad, beneficios de su uso prolongado, incluso más allá de la progresión de la enfermedad, y la posibilidad de combinarla con la quimioterapia convencional y regímenes de radioterapia, aseveró.
Tenemos hoy mejores armas, aunque todavía nos faltan estrategias dirigidas por ejemplo a una intervención más agresiva en el tabaquismo, que constituye uno de los principales factores de riesgo. Además se deben explotar las oportunidades de la medicina de precisión, fortalecer los cuidados paliativos y el tratamiento del dolor. El control del cáncer dependerá de las capacidades que tengamos de construir nuestros propios paradigmas.
La doctora Pilar Garrido López, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica, comentó los avances en terapias personalizadas con mayor precisión hacia las necesidades de cada paciente, estrategias claves para el futuro. Se refirió al desarrollo en el conocimiento de la biología molecular de los tumores y en la tecnología para la determinación de las alteraciones genómicas como diana para la identificación de tratamientos más precisos.
De esta forma, se le ofrece al paciente una opción con mayor posibilidad de impactar positivamente en su calidad de vida y, en muchas ocasiones, también en su supervivencia, destacó la doctora Garrido. Sin embargo, los avances se acompañan de la incorporación de tecnologías y terapias de elevado coste y complejidad, y al mismo tiempo es necesario asegurar la sostenibilidad del sistema sanitario.
En conversación con la prensa, Garrido explicó que la medicina personalizada en cáncer significa que además de las características propias de cada persona, se debe tener en cuenta el resultado de la biopsia tumoral, y los biomarcadores moleculares que definirán el tratamiento individual. Hasta hace muy poco tratábamos a todos los pacientes sin distinción, pero ahora el tratamiento debe enfocarse de acuerdo a los resultados de la muestra del tumor, de ahí que el trabajo del médico patólogo es fundamental, manifestó.
También se refirió a la importancia de la prevención del cáncer, los hábitos oncosaludables, y la importancia del diagnóstico precoz. A una pregunta de Prensa Latina, Garrido reiteró que existe un cambio de paradigma en cuanto a la visión de los tumores malignos, de la clínica a las investigaciones básicas.
Por su parte, la doctora Ileana Morales, directora de Ciencia y Técnica del Ministerio de Salud Pública de Cuba, recordó que el cáncer es actualmente un problema de salud pública global, y la primera causa de muerte en Cuba. Señaló que el sistema sanitario cubano prioriza estrategias para el control, promoción, prevención y adopción de nuevos protocolos de atención, adquisición de nuevas tecnologías, entre otras acciones. También resaltó el desarrollo existente en el país en cuanto a fármacos para cáncer, los que luego de pasar ensayos clínicos rigurosos, son incluidos en el cuadro básico de medicamentos.
* Con reportes de la periodista de la redacción de Ciencia y Técnica de Prensa Latina Vivian Collazo Montano.