Según un estudio publicado por la revista británica Science, los orígenes de la domesticación del gato pueden remontarse a las primeras poblaciones surgidas en el Medio Oriente. Se cree que los antepasados de los felinos domésticos de la actualidad abandonaron los bosques hace más de 100 mil años.
El perro acompaña a los humanos desde la antigüedad, sus antepasados se acercaron a las casas para robar aves de corral, pero terminaron cuidándolas tras ser domesticados. Según una investigación de científicos austriacos divulgada por la revista Current Biology, los canes, al igual que los niños, solo imitan a sus congéneres y escogen el camino más sencillo para obtener sus alimentos.
Las personas que padecen enfermedades endocrinas y metabólicas sufren cambios significativos en su cuerpo y psiquis, pero pueden mejorar en interacción con animales domésticos. Las enfermedades endocrinas repercuten de manera importante en la vida social y familiar de quienes las padecen, por lo cual, la presencia de un animal que acompañe a la familia de un enfermo facilita la comunicación de los diferentes miembros por ser un foco de interés común.
Los beneficios de la relación con mascotas pueden ser diversos, mediante tratamientos terapéuticos, fisiológicos y psicológicos favorecen la reducción de la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el peso corporal, así como la depresión y el estrés, trastornos que caracterizan a gran parte de las enfermedades endocrinas, afirma la licenciada en Psicología Loraine Ledón.
La terapia física con animales mejora el tono muscular, la coordinación y el aumento del flujo sanguíneo; la práctica más conocida de esta técnica es la equinoterapia, mientras que las caminatas con perros también es una técnica de gran utilidad. En el aspecto fisiológico resalta que al acariciar a una mascota se liberan endorfinas, oxitocina, prolactina, dopamina y disminuye la concentración en plasma de cortisol, lo que repercute en el estado de ánimo positivo y proporciona una sensación de bienestar, explica la doctora Ledón, quien es Máster en Sexualidad y Salud Reproductiva.
Por otro lado, las personas diabéticas que padecen de obesidad y trastornos metabólicos pueden controlar sus niveles de lípidos mediante caminatas, marchas y carreras con perros, los cuales funcionan como un motor impulsor y un estímulo para realizar la actividad. Estudios recientes demuestran que las mascotas entrenadas para acompañar a esos pacientes pueden detectar alteraciones en los niveles de glucemia, así como ayudar a personas inválidas que por complicaciones, como el pie diabético, han perdido algún miembro .
Científicos estadounidenses afirman que la existencia de un perro en los hogares podría desempeñar un papel importante en la prevención de la inflamación alérgica en las personas y disminuir la predisposición a enfermedades alérgicas como el asma y la rinitis. Convivir con animales domésticos desde el nacimiento produce una variación en la respuesta inmune de linfocitos hacia el tipo no alérgico en la niñez y la protección inmunológica podría extenderse hasta la adultez.
Los expertos llegaron a esa conclusión al observar durante una investigación que un grupo de ratones jóvenes resultaron protegidos contra la inflamación de las vías respiratorias provocada por un alérgeno común, tras ser alimentados con una dieta que contenía polvo de un hogar donde vive un can. De acuerdo con el estudio, la exposición al polvo en esos hogares puede alterar la respuesta inmunitaria ante alérgenos y otros desencadenantes del asma, al afectar la composición de la flora microbiana (comunidad habitual de microbios generalmente inofensivos que vive en el tracto digestivo).
Según el investigador Kei E. Fujimura y su equipo de la Universidad de California, los niños que viven en hogares con perros son menos propensos a desarrollar alergias. Los ratones expuestos a polvo asociado con los perros tienen menores cantidades de células moduladoras de inmunidad del tipo habitualmente involucrado en la respuesta alérgica, así como menores cantidades de sustancias bioquímicas típicas en las alergias.
No obstante, las mascotas también son portadoras de peligrosas enfermedades. Sólo las palomas pueden transmitir más de 40 enfermedades y son portadoras de hasta 60 variedades de parásitos externos (pulgas, piojos, garrapatas, ácaros y chinches). Los perros son trasmisores de la infección migraña visceral, contraída a través de los huevos de parásitos expulsados junto a las heces fecales. Los canes muchas veces padecen sarna y pueden transmitirla a los infantes.
Los felinos son trasmisores de la tina y la toxoplasmosis, la cual puede provocar esterilidad en las mujeres. Autoridades sanitarias británicas advierten sobre los
crecientes peligros de la infección toxoplasmosis, enfermedad transmitida por
los gatos domésticos, que podría afectar a unas 350 mil personas al año en Inglaterra. La Agencia de Estándares Alimenticios (FSA en inglés) solicitó
en un informe enviado al Gobierno generar más
conciencia en la población sobre los peligros de esa pandemia, ocasionada por
el protozoo Toxoplasma gondii, y exhortó al uso de guantes en las labores de jardinería y de
limpieza, lavar bien las frutas y
vegetales, y cocinar bien las carnes, entre otras medidas.
* Con reportes de las periodistas Bertha Tamayo y Yasmine Giner Díaz de Prensa Latina.
