(MASAS-ML).- Lo que no puede soportar la cúpula oficialista es que los trabajadores movilizados hubieran frustrado su maniobra de desmontar las movilizaciones de los diferentes sectores con la complicidad de los dirigentes proxenetas de la COB. El acuerdo firmado en Panduro, protegido a dinamitazo limpio por los dirigentes oficialistas mineros que actúan a espaldas de sus bases, contra la decidida resistencia de la mayoría de los marchistas y de los sectores laborales ha quedado como papel higiénico porque la marcha de Caracollo a La Paz ha continuando y masificado, las movilizaciones protagonizadas por fabriles y maestros arrecian en las ciudades a pesar de la política represiva del gobierno.
Las banderas de
lucha siguen siendo las mismas: El rechazo categórico al miserable incremento
salarial aplicado de manera inversamente proporcional, el rechazo a la
propuesta tramposa de ley de pensiones que universaliza rentas de hambre,
rechazo a la pretensión de imponer una nueva ley del trabajo recortando
conquistas fundamentales de los trabajadores, rechazo a la propuesta de una ley
educativa retrógrada, anticientífica, reaccionaria y etnocentrista y,
finalmente, rechazo al proyecto de ley del empleado público porque pretende
incorporar a ese régimen a todos los sectores de servicio que dependen del TGN
con la finalidad de penalizar el derecho a la sindicalización, a la huelga y
otras conquistas sociales, pretende conculcar la autonomía universitaria.
Inmediatamente García Linera
y sus secuaces como el senador Isaac Dávalos se han dado a la tarea de
estigmatizar al trotskismo repitiendo las falacias acuñadas por el stalinismo
contrarrevolucionario en el pasado, ni en esto son originales los “teóricos”
del “socialismo del siglo XX”. La campaña mundial consistió en acusar a Trotsky
y a los militantes de la IV Internacional de agentes del imperialismo mientras
el dictador de Moscú pactaba primero con Hitler y después con las metrópolis
imperialistas bajo el pretexto de la defensa de la democracia frente al
fascismo, mientras acuñaba la táctica contrarrevolucionaria de los frentes populares
para subordinar política organizativamente a los explotados a la dirección de
una supuesta burguesía progresista y patriótica, etc. Ahora, exactamente,
García Linera y su camarilla gobernante repiten la misma política defendiendo
la gran propiedad privada de los medios de producción, la empresa privada, a
los inversionistas extranjeros y se alían con las escorias más nauseabundas de
la ultraderecha fascista del Oriente.
¿Qué valor tienen las monstruosas falsificaciones contra el trotskismo de estos
contrarrevolucionarios que tienen, en tan poco tiempo de gobierno, las manos
manchadas con sangre obrera y campesina?
El trostkymo, por
su programa y por sus militantes incorruptibles, ha salido ileso –una y otra
vez- de las falsificaciones de sus enemigos. El secreto está en comprender que
su programa es la expresión consciente de la lucha cotidiana de los explotados.
Ahora, su programa expresa con nitidez la lucha salarial de los trabajadores y
la defensa de las conquistas sociales que este gobierno pretende pisotear. ¡Qué
importancia tiene que los Tartufos vomiten espuma; mientras más atacan los
canallas, el trotskismo emerge más vigoroso e imponente en el escenario de la
lucha de clases enarbolando la bandera de las revolución social y del gobierno
obrero campesino como el único camino para resolver los problemas estructurales
del país y satisfacer las necesidades vitales de todos los explotados y
oprimidos por el imperialismo y por la clase dominante nativa!
Los explotados, en
el camino de su emancipación política del gobierno del MAS, encuentran al POR
luchando junto con ellas, mostrando la perspectiva de la lucha y dando
contenido político a las manifestaciones instintivas de las masas. La tarea es
fortalecer a esta dirección política, barriendo del escenario a la basura
reformista y oportunista que se ha sumado al gobierno masista. Es preciso
expulsar de las organizaciones sindicales a todos los agentes del gobierno que,
hasta ahora, se han convertido en el mayor obstáculo para la lucha de los trabajadores
por lograr mejores condiciones de vida y de trabajo.
El gobierno del MAS es enemigo de los bolivianos
¡Basta de mentiras, basta de engaños, el pueblo tiene hambre,
el pueblo pide pan!
¡Defender a maestros y fabriles que expresan la dignidad
y la lucha de todos los explotados de Bolivia!
El gobierno
neoliberal del MAS, no perdona a maestros y fabriles el haber desenmascarado su
incapacidad para dar de comer a los trabajadores porque es sirviente de los
patrones y las transnacionales. Tampoco les perdona haber puesto en evidencia
la traición de los burócratas sindicales del MAS, como Pedro Montes, que han
vendido nuestras organizaciones sindicales al oficialismo y pretendieron
dispersar, a dinamitazo limpio, la marcha de Caracollo. Los maestros luchamos
por un salario y jubilación que cubra una canasta familiar mínima, y por la
defensa de la educación fiscal, única y gratuita.
El gobierno quiere
escarmentar a todos los hambrientos de Bolivia en la cabeza de los maestros y
fabriles penalizando el derecho a la huelga con descuentos inmorales, cierre de
fábricas y declarando profesión libre al magisterio. Sabe que la lucha por la
canasta familiar, ataca al corazón de la política neoliberal: estabilidad
monetaria a costa de la miseria de los trabajadores. Dicen que el aumento de
salarios crea inflación y que los maestros ganamos sueldos de 4.000 y 5.000 Bs.
¡MENTIRA¡ Los
maestros ganamos sueldos miserables y los que suben los precios y generan
inflación, son los empresarios. ¡Defendámonos del alza del costo de vida con la
escala móvil de salarios!
Mientras los
ministros ganan sueldos de 14.000.- Bs y se aumentan en un 40% los viáticos y
gastos de representación, a los maestros y fabriles se nos niega el aumento
salarial. El gobierno derrocha dineros en una millonaria campaña televisiva (más
de 2.000 $us en un solo noticiero, por 30 noticieros, mañana, tarde y noche =
60.000 $us/día), destinada a desprestigiar a los maestros bolivianos y a
confrontar a los pobres contra los pobres, hermanos contra hermanos, igual que
en Caranavi. Toda su campaña está cargada de calumnias y mentiras. Su lema es:
“miente, miente que algo queda”.
El gobierno afirma
que los maestros son enemigos de Bolivia ¡Miente!. Los enemigos de Bolivia son
los del gobierno que permiten el saqueo de nuestros recursos naturales, que nos
engañan con falsas nacionalizaciones, otorgando indemnizaciones millonarias a
las transnacionales. Enemigos de Bolivia son los que mantienen la desocupación
masiva, los latifundios y el atraso económico de todo el país.
Denunciamos que el
gobierno organiza a sus hordas oficialistas de busca pegas y Satucos para
enfrentar a los padres de familia de base con los maestros. Los dirigentes de
las juntas escolares se prestan a este sucio juego porque defienden sus
intereses personales y prebendas (becas, items en las alcaldias, etc)
Por todo lo
anterior, la marcha de maestros y fabriles, es la marcha de todos los
explotados bolivianos para sepultar al neoliberalismo hambreador, mantenido y
profundizado por el gobierno masista.
¡Viva la heroica marcha de los
maestros y fabriles!
¡Viva la multitudinaria movilización
de los maestros de base!.
¡Mueran las mentiras
gubernamentales!