(MASAS-ML).- La burocracia, que hasta la víspera pregonaba su adhesión el proceso de cambio, ahora se ve obligada a rechazar la oferta del 4 % y anuncia que convocará a movilizaciones. El 8 % que plantean los dirigentes oficialistas tampoco satisfacen a las bases de movimiento obrero. Debe organizarse pactos intersindicales desde las bases para emprender una poderosa movilización nacional.
El Ministro Arce Catacora, con el argumento de
preservar la salud de la economía nacional en momentos que caen
vertiginosamente los precios de los hidrocarburos y de los minerales en el
mercado mundial -cuyos efectos ya se dejan sentir en la reducción de los
ingresos por las exportaciones-, porque la inflación en la gestión anterior –que
según el gobierno- fue inferior al 4 % y por preservar las fuentes de trabajo,
ha anunciado de manera oficial a la mesa de negociaciones que trata el problema
económico salarial un miserable incremento de 4 %. Este anuncio ha caído como
un balde de agua fría para todos los sectores de trabajadores del país y las
reacciones se han dejado sentir inmediatamente. Los representantes de los
fabriles y de los maestros urbanos han abandonado la mesa de negociaciones
anunciado que rechazan la oferta por ser insultante a la miseria por la que
están atravesando sus bases; los dirigentes de las confederaciones y
federaciones, de las diferentes centrales obreras departamentales y de los
sindicatos de base, a pesar de que hasta la víspera juraban su fidelidad al
“proceso de cambio”, han anunciado que rechazan la oferta gubernamental porque
no palia la difícil situación por la que está atravesando sus bases, algún
dirigente ha graficando que ese incremento significa 2 bolivianos diarios que
no sirve para cubrir ni siquiera los gastos de pasajes diarios de uno de los
miembros de la familia.
La burocracia de la COB, de manera
completamente inconsulta porque en ninguna instancia –menos en el último
Congreso- se ha discutido y aprobado esa postura, ha planteado como referencia
para la discusión el incremento del año anterior (8.5 %). El magisterio ha
denunciado que la posición de la burocracia cobista es vergonzosamente
capitulante porque ese porcentaje que plantea está lejos de satisfacer las
necesidades básicas de los trabajadores.
Por su parte, los empresarios privados han propuesto
que las negociaciones salariales se hagan en cada uno de los sectores y no de
manera global como ahora se está haciendo. Argumentan que la situación de las
empresas no es homogénea, unas están en condiciones de dar incrementos y otras
no. Señalan que muchas empresas, por estar al borde de la quiebra, no podrán
soportar ningún incremento de sueldos y salarios, de lo contrario –indican casi
con tono de amenaza-, aún con el 4 % se verán obligadas a paralizar sus
actividades.
Como de costumbre, las contradicciones que se
dan entre empresarios y gobierno son aparentes; en la práctica, existe una
política concertada entre ambos para cargar sobre las espaldas de los
trabajadores y de la mayoría de los hambrientos de este país todo el peso de la
crisis económica mientras se pone a buen recaudo las ganancias del patrón.
Los asalariados no pueden ni deben abandonar
el principio de que los sueldos y salarios deben servir para garantizar la
sobrevivencia, en condiciones normales, de la fuerza de trabajo; por esta razón
es que la única referencia válida para calcular el tamaño del salario es la
suma de las necesidades vitales del trabajador y de su familia (salario mínimo
vital) que en el lenguaje sindical en Bolivia se llama canasta familiar. Para
que los sueldos y salarios no pierdan su valor adquisitivo por el permanente
proceso inflacionario que se vive, es preciso lograr que éstos suban de manera
automática y en la misma proporción que suben los precios de los artículos de
consumo.
La postura de los dirigentes sindicales de
mostrarse radicales rechazando la propuesta gubernamental es hipócrita, ellos
están vendidos en cuerpo y alma a la política anti obrera del gobierno pro
empresarial del MAS. En la primera inflexión de la movilización mostrarán su
verdadera cara de agentes de Evo Morales. Como ellos no garantizan nada, menos
la lucha consecuente por un verdadero incremento de sueldos, corresponde
organizarse desde las bases a través de pactos intersindicales con los sectores
que ya empiezan a salir a las calles. El magisterio paceño ha avanzado bastante
en este trabajo, anuncian que se movilizarán de manera conjunta con los
médicos, los trabajadores de salud, los trabajadores de la Caja Nacional de
Salud, etc.
EL INCREMENTO
DEL 6 % ACENTÚA LA MISERIA Y LOS
TRABAJADORES SE SOMETEN POR TERROR A LA DESOCUPACIÓN
Tal como se había denunciado con anticipación,
antes de la instalación de las negociaciones para fijar el monto del incremento
de sueldos y salarios ya existía un acuerdo entre los dirigentes de la COB y el
gobierno; de principio se fijó el tope mínimo del 4 % propuesto por el gobierno
y el tope máximo del 8.5 % propuesto por la burocracia sindical. Por tanto, el
incremento no podía ser ni inferior al 4 % ni superior al 8.5 % y ambas partes
anunciaron su predisposición de flexibilizar sus posiciones de tal modo que se
logró el punto de equilibrio del 6 % que no satisface a ningún sector porque ni
siquiera repone la pérdida del valor adquisitivo de los sueldos y salarios
debido a la subida permanente de los precios de los artículos de consumo.
De esta manera se pone al desnudo el papel
traidor de los dirigentes oficialista que tomaron como referencia ideal el
miserable incremento realizado en la gestión del 2015, sin tomar en cuenta que
la situación económica de los trabajadores se ha agravado considerablemente
debido a los efectos de la crisis mundial que está empezando a golpear al país,
para partir de ella en las negociaciones con el gobierno, olvidando que los
diferentes sectores reivindican la urgencia de exigir un sueldo que cubra todas
las necesidades vitales del trabajador y su familia (canasta familiar).
En el acto oficial donde gobernantes y
dirigentes anunciaron el incremento pactado, el ejecutivo de la COB, Mitma,
utilizó los mismos argumentos que expuso Evo Morales para justificar el miserable
6 %; ambos señalaron que, de esta manera, se está garantizando la estabilidad
económica del país y la permanencia de las fuentes de trabajo, Mitma, tuvo el
descaro de decir que, aquellos que exigen un mayor incremento, no hacen otra
cosa que servir a los intereses de la derecha que busca desestabilizar al
gobierno y al “proceso de cambio”. Recordó que el último Congreso de la COB les
había dado el mandato de defender al gobierno y a su política económica y
social contra la arremetida de la “derecha oligárquica”. Terminó anunciado que
el próximo ampliado de la COB que se realizará antes del primero de mayo
ratificará el documento firmado porque los ejecutivos de las diferentes
confederaciones han participado de las negociaciones. El burócrata oficialista
sabe muy bien que los “ampliados” de la COB son reuniones de representantes de
organizaciones afiliadas, cuyos dirigentes, han sido cooptados políticamente por
el oficialismo y actúan a espaldas de sus bases tomando decisiones por mandato
de los operadores políticos del gobierno.
Inmediatamente después de conocido el anuncio oficial
del incremento, dirigentes medios de la estructura sindical de la COB se han
pronunciado en apoyo al 6 % después de que el gobierno y la empresa privada han
preparado el terreno para sembrar el terror en las bases frente al fantasma del
cierre de las empresas y la generalización de la desocupación. Los
burócratas canallas de la COB cumplen, de este modo, el sucio papel de
desmovilizar a las bases y obligarles a someterse al hambre y a la destrucción
de sus familias. La excepción ha sido la Confederación de Trabajadores
de Educación Urbana de Bolivia que ha hecho conocer su vehemente rechazo al
miserable incremento, el único sector que no ha firmado el convenio y ha hecho
un llamado a sus bases y a los demás sectores laborales para organizarse con la
finalidad de luchar por un real incremento de sueldos y salarios que responda a
las necesidades reales de todos los trabajadores del país. La mayoría de las
federaciones departamentales y regionales del magisterio urbano, inmediatamente
después, han hecho conocer su apoyo a la actitud consecuente de su dirección
nacional pidiendo sanciones ejemplares para todos aquellos elementos del sector
que fungen como dirigentes de la COB, recientemente elegidos en el Congreso de
Tupiza, por haber estampado sus firmas en el convenio traidor sin antes haber
consultado la posición del magisterio urbano.
Los trabajadores de base son los que sufren en
carne propia las consecuencias de la miseria y de la explotación de la
patronal, trabajan sometidos a sueldos de hambre –en muchos casos que no
rebasan el mínimo nacional- y se encuentran privados de los beneficios sociales
que la ley establece. Estos compañeros viven en una permanente inseguridad en
sus fuentes de trabajo y su realidad es totalmente diferente a la de sus
dirigentes burocratizados que reciben prebendas de la patronal y del gobierno. Esta es la causa material de por qué
los intereses de las bases en material salarial son diametralmente opuesta al
de los dirigentes; es natural que, en la presente coyuntura, se produzca una ruptura
entre las bases y las direcciones oficialistas.
La respuesta correcta en este momento es que
se organice la lucha desde las bases materializando los pactos inter sindicales
con la finalidad de revertir el miserable incremento del 6 % y arrancar al Estado
y al patrón privado mejores condiciones de vida y de trabajo. Si la empresa
privada se declara en quiebra, se debe obligar al Estado a nacionalizarlas bajo
el control obrero colectivo.
MASIVA Y RADICAL MOVILIZACIÓN NACIONAL DEL MAGISTERIO URBANO
El Ministerio de
Educación, después de casi un mes del Congreso de Riberalta donde fue expulsado
el anterior Comité Ejecutivo oficialista de la Confederación de Trabajadores de
Educación Urbana de Bolivia, se resiste sistemáticamente a recibir a la nueva
dirección para discutir los problemas más urgentes que está generando en las
bases del magisterio nacional la aplicación de la Ley 070 (Siñani - Pérez) y la
resolución Ministerial 01/2016. La intención del gobierno es minimizar la capacidad
ejecutora de los nuevos dirigentes que tienen el mandato del Congreso de llevar
adelante el cumplimiento de importantes resoluciones en los campos educativo,
económico – social y político. El cumplimiento de estas resoluciones implica
chocar frontalmente con toda la política antipopular y anti educativa del
gobierno. Con esta maniobra tiene la esperanza de que, en breve plazo, pueda
liberarse de esta dirección francamente contestataria y que pone al desnudo la
acción traidora de los oficialistas de la COB y de las otras direcciones
nacionales y departamentales que han sido convertidas en fichas útiles al
servicio del aparato estatal.
La respuesta de los
dirigentes de la Confederación es absolutamente legítima, comprenden que sólo
con la movilización cada vez más general y radical de las bases se le puede
torcer el brazo a un gobierno autoritario y prepotente. Comprenden que la
posibilidad de la movilización puede ampliarse a otros sectores laborales y
sociales del país que igualmente tienen necesidad de ajustar cuentas con Evo
Morales y su pandilla. El problema económico, la defensa de la Caja Nacional de
Salud, la necesidad de rentas que cubran las necesidades vitales de los
jubilados, mayor presupuesto para la salud y la educación, la necesidad de asegurar
fuentes de trabajo frente a la crisis económica, etc., son puntos de un
programa nacional de lucha que le permitirá al magisterio aumentar el caudaloso
torrente de la movilización nacional. En estas condiciones, las maniobras del
Ministro de Educación orientadas a desconocer y anular a la nueva dirección del
magisterio urbano no tienen ninguna posibilidad.
Esta primera movilización nacional ha sido
contundente en el Occidente y los valles. Las federaciones de La Paz, Cochabamba,
Oruro, Potosí, Chuquisaca y muchas otras federaciones regionales han logrado
volcar a sus bases masivamente a las calles desafiando a la acción policiaca de
la administración escolar que tiene la misión de frenar todo tipo de acción
sindical. En Sucre la marcha ha terminado cerrando la Dirección Departamental en
rechazo la maniobra del Ministro de Educación de mantener indefinidamente un
interinato oficialista en esa dirección; la movilización en Oruro ha logrado
arrastrar a la Central Obrera Departamental y al Comité Cívico; a la
movilización de Cochabamba se han sumado espontáneamente padres de familia de
algunas unidades del nivel inicial y, en La Paz, la marcha ha sido masiva y
radical.
La Confederación tiene la tarea de trabajar
activamente para incorporar al sector oriental del magisterio. Existen resabios
oficialistas en las direcciones
regionales que aún hacen el papel de freno de las movilizaciones. En el
Congreso Nacional se ha podido advertir que este sector es el más castigado por
la crisis y por la prepotencia de las autoridades, se percibe gran malestar en
las bases y sólo falta organizarlas para la lucha.
Se trata de una advertencia a la camarilla
gobernante, está anunciado que los maestros no están dispuestos a someterse a
las arbitrariedades de las autoridades y que están dispuestos a luchar de
manera frontal hasta acabar con la reforma educativa anticientífica y anti
docente; es el anuncio de que el magisterio formará parte de la gran
movilización general que se avecina por mejores sueldos y salarios, contra la
desocupación y la depauperación de las condiciones de vida de los bolivianos
como consecuencias de la agudización de la crisis económica.
Tomado de MASAS, Miguel Lora O.