Guillermo Lora

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octubre 30, 2016

La miserable oferta salarial del gobierno encabrita a todos los trabajadores del país


(MASAS-ML).- La burocracia, que hasta la víspera pregonaba su adhesión el proceso de cambio, ahora se ve obligada a rechazar la oferta del 4 % y anuncia que convocará a movilizaciones. El 8 % que plantean los dirigentes oficialistas tampoco satisfacen a las bases de movimiento obrero. Debe organizarse pactos intersindicales desde las bases para emprender una poderosa movilización nacional.

 
El Ministro Arce Catacora, con el argumento de preservar la salud de la economía nacional en momentos que caen vertiginosamente los precios de los hidrocarburos y de los minerales en el mercado mundial -cuyos efectos ya se dejan sentir en la reducción de los ingresos por las exportaciones-, porque la inflación en la gestión anterior –que según el gobierno- fue inferior al 4 % y por preservar las fuentes de trabajo, ha anunciado de manera oficial a la mesa de negociaciones que trata el problema económico salarial un miserable incremento de 4 %. Este anuncio ha caído como un balde de agua fría para todos los sectores de trabajadores del país y las reacciones se han dejado sentir inmediatamente. Los representantes de los fabriles y de los maestros urbanos han abandonado la mesa de negociaciones anunciado que rechazan la oferta por ser insultante a la miseria por la que están atravesando sus bases; los dirigentes de las confederaciones y federaciones, de las diferentes centrales obreras departamentales y de los sindicatos de base, a pesar de que hasta la víspera juraban su fidelidad al “proceso de cambio”, han anunciado que rechazan la oferta gubernamental porque no palia la difícil situación por la que está atravesando sus bases, algún dirigente ha graficando que ese incremento significa 2 bolivianos diarios que no sirve para cubrir ni siquiera los gastos de pasajes diarios de uno de los miembros de la familia.
La burocracia de la COB, de manera completamente inconsulta porque en ninguna instancia –menos en el último Congreso- se ha discutido y aprobado esa postura, ha planteado como referencia para la discusión el incremento del año anterior (8.5 %). El magisterio ha denunciado que la posición de la burocracia cobista es vergonzosamente capitulante porque ese porcentaje que plantea está lejos de satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores.
Por su parte, los empresarios privados han propuesto que las negociaciones salariales se hagan en cada uno de los sectores y no de manera global como ahora se está haciendo. Argumentan que la situación de las empresas no es homogénea, unas están en condiciones de dar incrementos y otras no. Señalan que muchas empresas, por estar al borde de la quiebra, no podrán soportar ningún incremento de sueldos y salarios, de lo contrario –indican casi con tono de amenaza-, aún con el 4 % se verán obligadas a paralizar sus actividades.
Como de costumbre, las contradicciones que se dan entre empresarios y gobierno son aparentes; en la práctica, existe una política concertada entre ambos para cargar sobre las espaldas de los trabajadores y de la mayoría de los hambrientos de este país todo el peso de la crisis económica mientras se pone a buen recaudo las ganancias del patrón.
Los asalariados no pueden ni deben abandonar el principio de que los sueldos y salarios deben servir para garantizar la sobrevivencia, en condiciones normales, de la fuerza de trabajo; por esta razón es que la única referencia válida para calcular el tamaño del salario es la suma de las necesidades vitales del trabajador y de su familia (salario mínimo vital) que en el lenguaje sindical en Bolivia se llama canasta familiar. Para que los sueldos y salarios no pierdan su valor adquisitivo por el permanente proceso inflacionario que se vive, es preciso lograr que éstos suban de manera automática y en la misma proporción que suben los precios de los artículos de consumo.
La postura de los dirigentes sindicales de mostrarse radicales rechazando la propuesta gubernamental es hipócrita, ellos están vendidos en cuerpo y alma a la política anti obrera del gobierno pro empresarial del MAS. En la primera inflexión de la movilización mostrarán su verdadera cara de agentes de Evo Morales. Como ellos no garantizan nada, menos la lucha consecuente por un verdadero incremento de sueldos, corresponde organizarse desde las bases a través de pactos intersindicales con los sectores que ya empiezan a salir a las calles. El magisterio paceño ha avanzado bastante en este trabajo, anuncian que se movilizarán de manera conjunta con los médicos, los trabajadores de salud, los trabajadores de la Caja Nacional de Salud, etc.
       

EL INCREMENTO DEL 6 % ACENTÚA LA MISERIA  Y LOS TRABAJADORES SE SOMETEN POR TERROR A LA DESOCUPACIÓN
Tal como se había denunciado con anticipación, antes de la instalación de las negociaciones para fijar el monto del incremento de sueldos y salarios ya existía un acuerdo entre los dirigentes de la COB y el gobierno; de principio se fijó el tope mínimo del 4 % propuesto por el gobierno y el tope máximo del 8.5 % propuesto por la burocracia sindical. Por tanto, el incremento no podía ser ni inferior al 4 % ni superior al 8.5 % y ambas partes anunciaron su predisposición de flexibilizar sus posiciones de tal modo que se logró el punto de equilibrio del 6 % que no satisface a ningún sector porque ni siquiera repone la pérdida del valor adquisitivo de los sueldos y salarios debido a la subida permanente de los precios de los artículos de consumo.
De esta manera se pone al desnudo el papel traidor de los dirigentes oficialista que tomaron como referencia ideal el miserable incremento realizado en la gestión del 2015, sin tomar en cuenta que la situación económica de los trabajadores se ha agravado considerablemente debido a los efectos de la crisis mundial que está empezando a golpear al país, para partir de ella en las negociaciones con el gobierno, olvidando que los diferentes sectores reivindican la urgencia de exigir un sueldo que cubra todas las necesidades vitales del trabajador y su familia (canasta familiar).
En el acto oficial donde gobernantes y dirigentes anunciaron el incremento pactado, el ejecutivo de la COB, Mitma, utilizó los mismos argumentos que expuso Evo Morales para justificar el miserable 6 %; ambos señalaron que, de esta manera, se está garantizando la estabilidad económica del país y la permanencia de las fuentes de trabajo, Mitma, tuvo el descaro de decir que, aquellos que exigen un mayor incremento, no hacen otra cosa que servir a los intereses de la derecha que busca desestabilizar al gobierno y al “proceso de cambio”. Recordó que el último Congreso de la COB les había dado el mandato de defender al gobierno y a su política económica y social contra la arremetida de la “derecha oligárquica”. Terminó anunciado que el próximo ampliado de la COB que se realizará antes del primero de mayo ratificará el documento firmado porque los ejecutivos de las diferentes confederaciones han participado de las negociaciones. El burócrata oficialista sabe muy bien que los “ampliados” de la COB son reuniones de representantes de organizaciones afiliadas, cuyos dirigentes, han sido cooptados políticamente por el oficialismo y actúan a espaldas de sus bases tomando decisiones por mandato de los operadores políticos del gobierno.
Inmediatamente después de conocido el anuncio oficial del incremento, dirigentes medios de la estructura sindical de la COB se han pronunciado en apoyo al 6 % después de que el gobierno y la empresa privada han preparado el terreno para sembrar el terror en las bases frente al fantasma del cierre de las empresas y la generalización de la desocupación. Los burócratas canallas de la COB cumplen, de este modo, el sucio papel de desmovilizar a las bases y obligarles a someterse al hambre y a la destrucción de sus familias. La excepción ha sido la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia que ha hecho conocer su vehemente rechazo al miserable incremento, el único sector que no ha firmado el convenio y ha hecho un llamado a sus bases y a los demás sectores laborales para organizarse con la finalidad de luchar por un real incremento de sueldos y salarios que responda a las necesidades reales de todos los trabajadores del país. La mayoría de las federaciones departamentales y regionales del magisterio urbano, inmediatamente después, han hecho conocer su apoyo a la actitud consecuente de su dirección nacional pidiendo sanciones ejemplares para todos aquellos elementos del sector que fungen como dirigentes de la COB, recientemente elegidos en el Congreso de Tupiza, por haber estampado sus firmas en el convenio traidor sin antes haber consultado la posición del magisterio urbano.
Los trabajadores de base son los que sufren en carne propia las consecuencias de la miseria y de la explotación de la patronal, trabajan sometidos a sueldos de hambre –en muchos casos que no rebasan el mínimo nacional- y se encuentran privados de los beneficios sociales que la ley establece. Estos compañeros viven en una permanente inseguridad en sus fuentes de trabajo y su realidad es totalmente diferente a la de sus dirigentes burocratizados que reciben prebendas de la patronal y del  gobierno. Esta es la causa material de por qué los intereses de las bases en material salarial son diametralmente opuesta al de los dirigentes; es natural que, en la presente coyuntura, se produzca una ruptura entre las bases y las direcciones oficialistas.
La respuesta correcta en este momento es que se organice la lucha desde las bases materializando los pactos inter sindicales con la finalidad de revertir el miserable incremento del 6 % y arrancar al Estado y al patrón privado mejores condiciones de vida y de trabajo. Si la empresa privada se declara en quiebra, se debe obligar al Estado a nacionalizarlas bajo el control obrero colectivo.



MASIVA Y RADICAL MOVILIZACIÓN NACIONAL DEL MAGISTERIO URBANO
          El Ministerio de Educación, después de casi un mes del Congreso de Riberalta donde fue expulsado el anterior Comité Ejecutivo oficialista de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia, se resiste sistemáticamente a recibir a la nueva dirección para discutir los problemas más urgentes que está generando en las bases del magisterio nacional la aplicación de la Ley 070 (Siñani - Pérez) y la resolución Ministerial 01/2016. La intención del gobierno es minimizar la capacidad ejecutora de los nuevos dirigentes que tienen el mandato del Congreso de llevar adelante el cumplimiento de importantes resoluciones en los campos educativo, económico – social y político. El cumplimiento de estas resoluciones implica chocar frontalmente con toda la política antipopular y anti educativa del gobierno. Con esta maniobra tiene la esperanza de que, en breve plazo, pueda liberarse de esta dirección francamente contestataria y que pone al desnudo la acción traidora de los oficialistas de la COB y de las otras direcciones nacionales y departamentales que han sido convertidas en fichas útiles al servicio del aparato estatal.
          La respuesta de los dirigentes de la Confederación es absolutamente legítima, comprenden que sólo con la movilización cada vez más general y radical de las bases se le puede torcer el brazo a un gobierno autoritario y prepotente. Comprenden que la posibilidad de la movilización puede ampliarse a otros sectores laborales y sociales del país que igualmente tienen necesidad de ajustar cuentas con Evo Morales y su pandilla. El problema económico, la defensa de la Caja Nacional de Salud, la necesidad de rentas que cubran las necesidades vitales de los jubilados, mayor presupuesto para la salud y la educación, la necesidad de asegurar fuentes de trabajo frente a la crisis económica, etc., son puntos de un programa nacional de lucha que le permitirá al magisterio aumentar el caudaloso torrente de la movilización nacional. En estas condiciones, las maniobras del Ministro de Educación orientadas a desconocer y anular a la nueva dirección del magisterio urbano no tienen ninguna posibilidad.
Esta primera movilización nacional ha sido contundente en el Occidente y los valles. Las federaciones de La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Chuquisaca y muchas otras federaciones regionales han logrado volcar a sus bases masivamente a las calles desafiando a la acción policiaca de la administración escolar que tiene la misión de frenar todo tipo de acción sindical. En Sucre la marcha ha terminado cerrando la Dirección Departamental en rechazo la maniobra del Ministro de Educación de mantener indefinidamente un interinato oficialista en esa dirección; la movilización en Oruro ha logrado arrastrar a la Central Obrera Departamental y al Comité Cívico; a la movilización de Cochabamba se han sumado espontáneamente padres de familia de algunas unidades del nivel inicial y, en La Paz, la marcha ha sido masiva y radical.
La Confederación tiene la tarea de trabajar activamente para incorporar al sector oriental del magisterio. Existen resabios oficialistas  en las direcciones regionales que aún hacen el papel de freno de las movilizaciones. En el Congreso Nacional se ha podido advertir que este sector es el más castigado por la crisis y por la prepotencia de las autoridades, se percibe gran malestar en las bases y sólo falta organizarlas para la lucha.
Se trata de una advertencia a la camarilla gobernante, está anunciado que los maestros no están dispuestos a someterse a las arbitrariedades de las autoridades y que están dispuestos a luchar de manera frontal hasta acabar con la reforma educativa anticientífica y anti docente; es el anuncio de que el magisterio formará parte de la gran movilización general que se avecina por mejores sueldos y salarios, contra la desocupación y la depauperación de las condiciones de vida de los bolivianos como consecuencias de la agudización de la crisis económica. 

Tomado de MASAS, Miguel Lora O.

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